Docentes y alumnos del Liceo Departamental de Maldonado, piden urgentes soluciones para las aulas que debieron ser clausuradas porque se llueven. El reclamo se realizó el 24 de septiembre, pero recién este miércoles un arquitecto de Secundaria inspeccionó el centro educativo. El más afectado es el turno nocturno que tiene una asistencia aproximada a los 1.000 alumnos.
Sergio Sabornin, en nombre del cuerpo docente y los alumnos, explicó a MaldonadoNoticias que la situación se tornó insostenible al extremo de que 8 salones de los pisos superiores que dan hacia el gimnasio del Campus de Maldonado debieron clausurarse.
Los docentes dicen que literalmente los salones del piso superior se llueven de manera sostenida y que los problemas terminaron afectando al piso inferior (el liceo cuenta con planta baja y otros 3 pisos) hacia donde comenzó a pasar el agua con los riesgos que eso conlleva.
Sabornin dijo que el problema fue comunicado el 24 de septiembre a la Inspección de Secundaria, y que recién este miércoles hubo una respuesta cuando se hizo presente en el Liceo Departamental un arquitecto que ahora elevará un informe a las autoridades.
Los docentes recuerdan que una situación similar se dio en el año 2015 y determinó que el liceo fuera clausurado por algunos días. Ahora, remarcan que el más afectado es el turno nocturno porque no hay posibilidades siquiera de organizar clases en los patios para aprovechar los tiempos.
El Liceo Departamental cuenta con una matrícula de 2.800 alumnos distribuidos en 28 grupos en cada uno de los 3 turnos. El plantel docente tiene 300 integrantes. Tanto educandos como educadores se mostraron juntos en el reclamo realizado esta noche ante los medios en procura de soluciones.
Explicaron que el problema se generó porque entre el techo de plancha y una especie de sobre techo de chapas se acumuló -a raíz de los últimos temporales- una cantidad muy importante de agua que no tiene forma de ser evacuada, por lo cual comenzaron las filtraciones.
La energía eléctrica de los salones clausurados está interrumpida para evitar accidentes. Pero aún así, ni durante el día con luz natural hay condiciones para dictar clases por la gran presencia de humedad y hasta pequeños charcos de agua acumulada en los pisos.
