La seguidilla de robos en el liceo Álvaro Figueredo de Pan de Azúcar, que no encuentra respuestas ni de las autoridades de la educación para que brinden más seguridad, ni en las policiales que no dan con los responsables, lleva a que se esté registrando una situación sin antecedentes: alumnos, exalumnos y padres, acampan en el predio educativo para evitar más saqueos.

El liceo Álvaro Figueredo de la ciudad de Pan de Azúcar, que cuenta con una matrícula de aproximadamente 1.400 estudiantes, ha sido el objetivo sistemático de delincuentes que, sin escrúpulo alguno, han provocado daños y han robado materiales de estudio y hasta dinero.

Para muchos vecinos, si se tratara de robos aislados en el tiempo, no llamaría tanto la atención porque, lamentablemente, se ajustaría a lo que está ocurriendo en todas partes. Pero en el caso de este centro educativo la seguidilla de robos es sorprendente: hubo 8 en un mes y medio.

La situación detonó poco antes de Semana de Turismo y llevó a que docentes, padres y alumnos realizaran una asamblea para definir las acciones a seguir, porque no hubo respuestas inmediatas de las autoridades educativas, pero tampoco de la Policía que no da con los responsables.

Docentes, alumnos y padres están cansados por la situación que se vive y reclaman guardias de seguridad permanente, alarmas y rejas en las partes donde no las hay, pero además la reparación de todo el tejido perimetral ya que hay varios “agujeros” por los que ingresan los delincuentes.

Cámaras fotográficas, computadoras, televisores, un proyector y hasta dinero ha sido parte del botín de los delincuentes que ingresan sistemáticamente al centro de estudios como si tuvieran un salvo conducto para ello. En la comunidad, no hay conformidad con la actuación de la Policía.

En ese marco, alumnos y exalumnos, apoyados por sus padres, durante esta semana decidieron acampar en el predio liceal para evitar más saqueos. En tanto, esperan a que el 22 o el 23 de abril concurran a Pan de Azúcar autoridades de la educación para dar respuestas concretas.

Advierten que ya no admiten medidas paliativas, que se necesitan soluciones de fondo, y que si estas respuestas no se concretan después de Semana de Turismo, el centro educativo será ocupado. En tanto, se respaldan en los medios de prensa como forma de hacer pública la situación que viven.