Éste sábado ya se cumplieron las primeras 48 horas de la Travesía New Crypton Ruta 40, que lleva a Carlos Eduardo Larrosa Fuentes (52) a bordo de su Yamaha 110c.c. a recorrer unos 5.000 kilómetros de la legendaria Ruta 40 de Argentina. Esta noche pernocta en Bahía Blanca.

Despedido por familiares, amigos, patrocinadores y autoridades locales, Carlos Larrosa partió en su segundo gran desafío, el jueves 19 en horas de la mañana, desde la sede del Municipio de Punta del Este, en la avenida Gorlero.

Según la última información obtenida por MaldonadoNoticias, la noche de este viernes pernoctó en la localidad de Azul, a 220 kilómetros de la capital de Argentina, y hoy sábado emprendía la marcha para llegar a Bahía Blanca.

Nada es grande

Carlos Larrosa, encaró su segundo desafío a bordo de la Yamaha New Crypton 110c.c., con la que en el año 2013 hizo un viaje de unos 5.000 kilómetros entre Uruguay y Chile, atravesando Argentina de Este a Oeste y cruzando Los Andes.

El nuevo desafío lleva a Carlos a recorrer cerca de 5.000 kilómetros de la Ruta 40, desde la frontera entre Argentina y Bolivia hasta Río Gallegos, donde corre en paralelo a la Cordillera de los Andes y atraviesa una multiplicidad de paisajes.

Su aventura, lo llevará a incorporarse a paisajes deslumbrantes como el glaciar Perito Moreno, el paso de montaña Abra del Acay, el Valle Encantado y parte del Camino del Inca.

En el trayecto, también deberá atravesar dificultades importantes, como un camino de ripio de 150 kilómetros de extensión; el tramo del Abra del Acay, que transcurre a 5.000 metros de altura, y un trecho por el lecho seco del río Paicone.

La primera vez

El 14 de marzo de 2013, Carlos concretó el desafío de atravesar la Cordillera de Los Andes tripulando su moto Yamaha Crypton 110c.c. (la misma de ahora), trepando hasta los 4.780 metros del temido Paso del Agua Negra.

Por su dificultad, la llegada al Paso del Agua Negra fue dividida en varias etapas, la primera de las cuales se enmarcó entre Vicuña y una aduana chilena, transitando unos 80 kilómetros pavimentados con subidas no tan pronunciadas.

La segunda etapa fue extrema, ya que el camino está conformado por piedra y ripio que, si bien tiene están consolidados, generan una muy escasa adherencia de los neumáticos de la moto que además podían cortarse.

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