El proyecto ECHO (sigla en inglés de Extensión para Resultados de Atención Médica Comunitaria) atenderá las adicciones y la salud mental de personas privadas de libertad y policías. El director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González, subrayó el vínculo entre ambos temas y la reducción de la reincidencia del delito.
La primera reunión para implementar el proyecto ECHO, contó con la presencia del ministro del Interior, Jorge Larrañaga; el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González; el director del Instituto Nacional de Rehabilitación, Luis Mendoza; y el director de Asuntos Sociales, José Pedro Delgado, y el integrante del Comité Científico Asesor Honorario, Henry Cohen.
Tras el encuentro realizado en el Ministerio del Interior, González señaló que el programa es uno de los puntos fundamentales del Plan de Dignidad Carcelaria presentado por Larrañaga, y que estará integrado por profesionales de la salud en todas las unidades penitenciarias y, para el trabajo con funcionarios policiales, del Área de Salud Mental del Hospital Policial.
“Los policías y el personal penitenciario están para colaborar y muchos presos están esperando una oportunidad para rehabilitarse. Pero tenemos un porcentaje de adictos extremadamente alto dentro de las cárceles, por lo que precisamos apoyo público y privado para ayudarnos en salud mental y adicciones”, expresó el jerarca.
“Lo que tenemos de rehabilitación en el Estado es simplemente el título del Instituto Nacional”, opinó Santiago González, por lo cual, aseveró, “vamos a empezar a trabajar en las unidades penitenciarias para atacar de raíz este tema, porque no existe rehabilitación o posibilidad de disminuir el 60 % de reincidencia, si la persona cuando sale en libertad continúa siendo adicta”.
Por su parte, Henry Cohen puntualizó que los objetivos del programa son desmonopolizar el conocimiento médico y democratizar la atención de pacientes que residen lejos de centros poblados o en cárceles, a partir del uso de tecnología en la atención médica.
Precisó que, considerando el interés del actual gobierno, en esta etapa, el trabajo se efectuará con el Ministerio del Interior a través de la Dirección de Sanidad Policial, a fin de promover la salud mental de los funcionarios policiales y la salud en general de las personas privadas en libertad.
El profesional recordó que este proyecto de participación gratuita para el personal de la salud se aplica en Uruguay desde hace 6 años en 15 patologías, por intermedio de la Facultad de Medicina en conjunto con la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos, con la intervención de 4.000 personas en todo el país.
Finalmente valoró que Uruguay sea el primer país en Latinoamérica en aplicarlo y el único que se considera centro de referencia para formar a médicos locales y extranjeros. Expresó que la línea de aprendizaje del programa es que, mediante consultas por teleclínicas, una persona enseña a diez, diez a cien y cien a mil.