Los 27 trabajadores, con el apoyo del SUNTMA, están reclamando deudas salariales y por despido que van de los US$ 15.000 a los US$ 40.000. El propietario del barco “Badaro” se encuentra en Chile y no da respuestas concretas a trabajadores que, en algún caso no cuentan con seguro, y en otros están a punto de culminarlo.
Washington Barrera, delegado del pesquero merlucero “Badaro”, confirmó a MaldonadoNoticias que un grupo de los 27 trabajadores se encuentra acampado frente a una suntuosa finca del propietario del barco, en Punta Ballena, y otro de guardia en la propia embarcación en el puerto de Montevideo.
Cuentan con el respaldo total del Sindicado Único de Trabajadores del Mar y Afines (SUNTMA), y en el caso de la guardia en el puerto capitalino, es compartida con un sereno puesto por la propia empresa. En este caso el objetivo es que el buque no pueda zarpar y llegar a realizar cambio de bandera.
El trabajador, que está entre los más antiguos de la tripulación, contó con lujo de detalles lo que implica la pesca de la merluza negra, con salidas de 100 o más días y zafras anuales que se extienden entre los meses de marzo a diciembre, aproximadamente, a por lo menos 300 kilómetros de tierra firme.
El “Badaro” realiza lo que se denomina pesca de altura y fue adquirido por el actual propietario, Ignacio Arocena, en 2019. Antes, la misma tripulación trabajaba con este empresario pero en otra embarcación, que no era propia, también en la captura de la codiciada y costosa merluza negra.
Barrera remarcó que hasta ese momento cobraban en forma normal, que en enero gozaban de la licencia y el resto del tiempo hasta comenzar una nueva zafra tenían la cobertura del seguro de paro. Sin embargo, todo cambió a medida que fue transcurriendo 2019, año en el que se comenzó a generar la deuda.
La zafra 2019 se inició con una salida de 100 días en los primeros días de marzo, de la que retornaron con 33 toneladas de merluza negra; tras 10 días de descanso volvieron a salir y a los 107 días retornaron al puerto de Montevideo con 43 toneladas. Del tercer viaje volvieron antes, para las elecciones de octubre.
Volvieron a salir y regresaron con otras 15 toneladas de merluza negra; este fruto del mar, altamente codiciado, se cotiza en el mercado internacional a precios que pueden variar entre los US$ 20.000 y los US$ 25.000 la tonelada. Fue tras este último viaje de 2019 que surgieron los problemas.
Como establecen los contratos de trabajo, al llegar a puerto los trabajadores deben tener depositado el salario pactado, lo que en este caso no se había cumplido. Washington Barrera dijo que tampoco se abonó el medio aguilando de diciembre, por lo que la preocupación fue en aumento.
Reconoció que el 23 de diciembre el empresario Arocena dio la cara y admitió que no tenía dinero, pero que vendería el “Badaro” para cancelar todas las deudas. Sin embargo, pasaron los meses y las cuentas no se saldaron hasta el día de hoy. La empresa cerró su oficina en Uruguay y el empresario está en Chile.
Ante los insistentes reclamos, los trabajadores decidieron tomar medidas, primero montando guardia en el propio barco para evitar que de un momento a otro pueda salir de puerto; y en las últimas horas, acampando frente a una suntuosa finca del empresario en la zona de Punta Ballena.
Washington Barrera, dijo que a 7 u 8 trabajadores de “los más viejos” de la empresa -entre los que se encuentra él-, se les adeudan aproximadamente US$ 40.000 sin sumar la licencia; la deuda con el resto de los compañeros, con menos años en la empresa hoy cerrada, oscila entre los US$ 15.000 y US$ 25.000.
