Es la nueva herramienta que utiliza la policía a través de una dependencia exclusiva para esa tarea, para supervisar y garantizar el cumplimiento de las condiciones impuestas a los individuos con arresto domiciliario. La conocida como “Dinama” controla actualmente a unas 1.100 personas.

 

La Dirección Nacional de Medidas Alternativas (Dinama), es la responsable del control, seguimiento e intervenciones en materia de privación de libertad en régimen abierto. Actualmente supervisa a nivel nacional 9.000 medidas alternativas dónde alrededor de 1.100 son las personas que cumplen arresto o prisión domiciliaria.

Este control se realiza mediante planillas, con la concurrencia de un equipo al domicilio del supervisado y la firma de las mismas en formato papel. Esto implica una dedicación diaria de varios equipos de funcionarios y móviles para realizar los controles, con un costo muy alto en recursos humanos y materiales.

En procura de soluciones innovadoras y ante la imposibilidad de cubrir la demanda, se pensó en el control biométrico de las prisiones domiciliarias como una herramienta que finalmente fue desarrollada en Uruguay con la colaboración de la Agencia de Evaluación y Monitoreo de Políticas Públicas de Presidencia de la República y Antel.

¿Cómo funciona?

El control biométrico se basa en la identificación de características físicas únicas de cada persona, como huellas dactilares, reconocimiento facial, voz o geometría de la mano; y su utilización en el control de prisiones domiciliarias ofrece una serie de beneficios como ser: la verificación de identidad precisa y el monitoreo constante y en tiempo real.

Además, se logra mayor eficiencia en la gestión, reducción de costos, reducción del riesgo de fuga y cumplimiento de las condiciones. Pero solo se entregará a aquellas personas supervisadas que tengan el perfil, un teléfono celular al que se le quitó el sistema operativo y se le agregó una aplicación móvil de monitoreo.

Esos dispositivos móviles enviarán periódicamente la información de ubicación a través de la aplicación y realizarán llamadas periódicas de acuerdo al perfil del supervisado. Cuando la persona reciba la llamada, debe poner su rostro que será identificado por la aplicación y de esa manera se confirma el control.

Además de la función de reconocimiento biométrico facial, la aplicación tendrá reconocimiento de voz, para garantizar que sea el supervisado quien esté utilizando el dispositivo, y seguimiento por GPS para verificar la ubicación en tiempo real o a demanda de registro, lo que permitirá la comunicación en tiempo real entre supervisado y Dinama.

A su vez, los supervisados pueden recibir instrucciones, notificaciones y recordatorios, y también les brindará la posibilidad de informar cualquier situación de emergencia o cambio en sus circunstancias, y recordatorios de registro aleatorios y alertas de incumplimiento para cumplir con las condiciones establecidas por el Poder Judicial.

En caso de que la persona no atienda el control automáticamente, se le hará una llamada a los 5 minutos y si continúa sin responder, se enviará un alerta al Centro de Monitoreo de Dinama para que se puedan comunicar primero por videollamada, y en caso que siga sin contestar, se despliegue el operativo con el envío de móviles al domicilio.

Para las personas sin el perfil adecuado para tener el dispositivo, la supervisión se realizará a través de los funcionarios que concurrirán a sus domicilios, donde realizarán el control biométrico. En una segunda etapa se utilizará este sistema en las seccionales policiales a través de un tótem para controlar a las personas que están con libertad a prueba.

 

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