Controlada la pérdida en la cañería que pasa por encima del cauce del arroyo Solís Grande, culminaron las tareas de limpieza, aunque aún se debe estudiar el impacto que tuvo el incidente sobre cangrejales y humedales de la zona.
El oleoducto que transporta el petróleo crudo que llega por mar a la monoboya ubicada frente a José Ignacio, en Maldonado, desde la Terminal del Este a la refinería de Ancap en La Teja, fue construido en el año 1978, y es considerado por la empresa como “un activo crítico en el que se transporta todo el petróleo que se refina en el país”.
En su página web, la empresa estatal afirma que el oleoducto de 180 kilómetros de extensión, “es recorrido a diario por personal de Ancap para asegurar que opere de manera segura y eficiente, minimizando riesgos ambientales y operativos”, lo que significa que aquellos puntos que presentan más deterioro se detectarían a tiempo.
Se realizan múltiples tareas para lograr la confiabilidad de los ductos. “Se realizan recorridas diarias de las trazas, inspección de cámaras, control del sistema de protección catódica, pasaje de scrappers (chanchos) de limpieza, así como pasaje de herramientas inteligentes para la detección de posibles pérdidas de espesor internas y externas”.
Si lo anterior se cumple, ¿cómo es que no se pudo detectar el deterioro en la tubería como el que provocó la pérdida de crudo de este fin de semana sobre el cauce del arroyo Solís Grande?. Todo indica que la pérdida no se produjo de un momento a otro, sino producto de un paulatino deterioro de la tubería.
La Ley N° 17.389 sobre servidumbre para oleoductos, poliductos y gasoductos, establece expresas prohibiciones para acciones y construcciones en las cercanías de estas instalaciones que, por sus características, requieren ser consideradas con suma precaución. Pero ¿Qué ocurre por ejemplo con las vibraciones de los puentes?.
El oleoducto transcurre adosado en estas estructuras, por ejemplo, en el puente ondulante Leonel Viera sobre el arroyo Maldonado; y en los puentes más antiguos sobre la Ruta Interbalnearia: arroyo Solís Grande (límite de Maldonado y Canelones) y arroyo Solís Chico (en Canelones a la altura del kilómetro 51,500).
Medidas
Desde 1997 se cuenta con un “Plan de Contingencias ante derrames de hidrocarburos” que fue aprobado por el directorio de Ancap. El plan incluye la conformación de un grupo de respuesta a derrames en régimen de guardia domiciliaria rotativa, integrado por personal que está a la orden perteneciente a distintas áreas.
Están incluidas Medio Ambiente, Seguridad Industrial, Mantenimiento de Refinería y Flota de la empresa. Este grupo de respuesta -que funciona adecuadamente-, tiene la función de atender las contingencias y participar en las acciones de respuesta en cualquier momento que estas ocurran, como la de este sábado en el arroyo Solís Grande.
El material
El oleoducto tiene una extensión de 180 kilómetros y está conformado por una cañería de 40 centímetros de diámetro y 6.35 milímetros de espesor nominal. Es de acero al carbono API 5L X46, su revestimiento exterior anticorrosivo asfáltico NACE T-2H y su protección catódica por corriente impresa mediante 9 rectificadores y postes de medición de potencial cada kilómetro a lo largo de todo el tendido.
Cuenta con una estación intermedia de bombeo a la altura del kilómetro 70 de Ruta Interbalnearia, unos pocos kilómetros al Oeste del balneario Cuchilla Alta, en el departamento de Canelones. Desde la Terminal del Este, se pueden bombear hasta 12.700 m³/día, mediante dos bombas de 500 KW de potencia c/u.