El entorno favorable para la inversión y el buen desempeño macroeconómico de los últimos años, contribuyeron a que Uruguay se posicionara como un destino confiable y atractivo para los inversores extranjeros. Entre 2005 y 2014 ingresaron al país en promedio más de US$ 2.000 millones al año. Los datos surgen de un informe de Uruguay XXI.

La seguridad jurídica, un sistema democrático consolidado, el crecimiento de la economía del país -que alcanzó una tasa promedio anual de 5,3 % entre 2004 y 2014-, un régimen legal que promueve la inversión y la calificación como Grado Inversor ratificada por las principales calificadoras crediticias, son algunas de las razones que posicionan a Uruguay como un destino estratégico para invertir.

Estos factores determinaron que, entre 2005 y 2014, la economía uruguaya se consolidara como receptora de inversión extranjera directa (IED), ya que en ese periodo, la captación de inversión extranjera directa alcanzó niveles récord y el país se ubica hoy entre los principales receptores de flujos en relación con su producto bruto interno (PIB) de América del Sur.

A su vez, Uruguay presenta uno de los más altos ratios de la región cuando se considera el stock de inversión extranjera directa en relación con el PIB. En particular, en 2014, este totalizó US$ 22.000 millones, lo que equivale al 40% del PIB; el resultado es superior al registrado por Argentina (18%), Brasil (34%), Colombia (35%) y Perú (38%).

Un año destacado fue 2013, cuando la industria manufacturera fue el principal sector receptor de inversión extranjera directa en el país. La segunda planta de celulosa (Arauco y Stora Enso) constituye la mayor inversión en la historia del Uruguay por un monto estimado de US$ 2.100 millones, parte del cual se computa en ese año.

La construcción

La construcción se posicionó como el segundo sector que captó más inversión extranjera y el comercio y servicios ocupa el tercer puesto con el 10% del total, aunque en los dos últimos años hubo un enlentecimiento producto de múltiples razones que incluso han hecho aumentar el nivel de desocupación en esa franja de inversión.

Argentina sigue siendo el principal origen de las inversiones, a pesar de que los flujos provenientes de este país se redujeron más de 30% respecto a 2012. También Brasil y Chile son fuentes relevantes. Las inversiones brasileñas siempre han sido importantes para Uruguay y en 2013 crecieron notoriamente: más de 40% respecto a 2012.

Desde Europa se destacaron Finlandia y Suecia (por sus plantas de celulosa), así como Francia y España, que, históricamente, han sido importantes inversores en el mercado uruguayo. Estados Unidos, que también es una fuente de inversión extranjera directa tradicionalmente relevante, se destaca con un 4 % del total de los flujos recibidos.

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