La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), presentó el informe de “Infraestructura y ambiente laboral” de 19 locales liceales visitados en todo el país. Allí se revelan las pésimas condiciones en que se encontraba el Liceo 1 de San Carlos, durante la visita realizada el 26 de abril. Actualmente se están realizando algunas obras.
Fenapes hizo público un informe conteniendo la situación de la infraestructura y las condiciones laborales de 19 liceos de todo el país, entre los que se encuentra el Liceo 1 de la ciudad de San Carlos que, recientemente festejó sus 95 años. Las visitas se realizaron entre febrero y el presente mes de junio.
El informe, señala que, “los riesgos para la seguridad y la salud en el sector de la educación afectan no sólo a los trabajadores de cada centro, sino también a los estudiantes”, e incluye un relevamiento fotográfico que acompaña el voluminoso documento.
La visita al Liceo 1 de San Carlos fue realizada el 26 de abril (dos meses atrás), y confirma lo denunciado en distintos ámbitos. Las autoridades nunca permitieron a la prensa ingresar al centro educativo a constatar el alto grado de deterioro y abandono de algunos sectores.
En estos momentos -y desde el mes de mayo-, se están desarrollando trabajos que estarían culminados en el mes de setiembre, según le informó a MaldonadoNoticias, la directora del centro educativo. Las obras incluyen la restauración de algunos salones que no se podían utilizar.
También mejoras de la instalación eléctrica, cerrajería e impermeabilización de azoteas, y la construcción de una nueva batería de baños. Esto confirma que fueron atendidas muchas de las demandas y que realmente las condiciones eran pésimas para docentes, alumnos y otros funcionarios.
Más del informe
El documento de Fenapes, a partir de las visitas realizadas a los 19 centros educativos en compañía de técnicos prevencionistas, así como de los informes realizados por inspectores del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, permitió trazar un “mapa de riesgos”.
En conclusión se detectaron defectos edilicios (peligro de derrumbe, espacios clausurados, caída de revoque, agujeros, filtraciones de agua, humedades, paredes y techos fisurados); en cuanto a accesibilidad, la falta de rampas de acceso a los edificios, rampas entre las plantas y ascensores.
Desniveles y pisos defectuosos (baldosas que faltan o sueltas); escaleras pequeñas en relación a la cantidad de estudiantes y trabajadores que las transitan, inexistencia de descansos entre niveles, falta de barandas, ausencia de material antideslizante en los escalones y falta de iluminación de emergencia.
También se detectó exposición a temperaturas extremas por techos de fibrocemento (material cancerígeno), cielorrasos que faltan o están rotos, vidrios que faltan o están rotos, carencia de cortinas; así como exposición a contactos eléctricos.
Respecto a esto último, se encontraron rastros de agua cerca de instalaciones eléctricas, falta de llaves diferenciales, cables expuestos, pocos tomacorriente, uso permanente de alargues, sobrecargas, y tubos de iluminación sin protección mecánica.
Asimismo, exposición a productos químicos (inadecuadas condiciones en que se guardan productos químicos en laboratorios y artículos de limpieza en depósitos); malas condiciones de los servicios sanitarios, y presencia de plagas (insectos, roedores, aves).
Por otra parte, se observaron tanques de agua sin limpieza, patios con agua empozada, falta de rejillas en canaletas de desagüe, caños de desagüe rotos, deshechos sin juntar, residuos de malezas y hojas.
En cuanto a las condiciones para el ejercicio de la docencia: salones pequeños, bibliotecas sin salas de lectura, mala iluminación y problemas de acústica; habitaciones separadas por muebles o cortinas, falta de ventilación natural, aberturas rotas u oxidadas; vidrios rotos, sueltos o ausentes; bancos rotos, sucios o muy deteriorados y falta de cortinas.
También se evaluaron los riesgos ergonómicos, ya que hay espacios que no son aulas pero funcionan como tales, mobiliario que obstruye la circulación y anexos alejados del local central; contenedores con pilares de sostén fisurados, falta de aire acondicionado, mal estado de pisos y paredes, problemas de acústica, falta de tomas, imposibilidad de amurar pizarrones, falta o insuficiencia de caminos y galerías de acceso que protejan de la lluvia.
En materia de prevención de accidentes, en los liceos visitados se comprobó la falta de Habilitación de Bomberos, carencia total, insuficiencia o inadecuada ubicación de extintores contra incendios; inexistencia de salidas de emergencia, falta de señalización de salidas de emergencia y falta de iluminación de emergencia.
Las conclusiones primarias, le permitieron a Fenapes constatar un deterioro importante de las condiciones y medio ambiente de trabajo, con el consecuente aumento de los riesgos para la salud y seguridad de los trabajadores docentes, no docentes y estudiantes.
Algunos locales visitados se encuentran en precarias condiciones por los espacios inadecuados, iluminación, acústica, ventilación y humedades, paredes y estructuras rajadas, ventanas, puertas y vidrios rotos. La limpieza en general es deficiente en la mayoría de los lugares.
Sólo uno de los liceos visitados dispone de Habilitación de Bomberos, y son pocos los centros que cuentan con iluminación de emergencia y señalización de salidas de emergencia. En algunos se cuenta con extintores, y en casi todos la distribución y la cantidad son inadecuadas.
El personal no sabe cómo actuar en casos de emergencia; no se cuenta con lugares apropiados para comer (lo usual es la sala de profesores); los auxiliares de servicio no suelen contar con lugares adecuados para cambiarse y/o descansar; y la falta de mantenimiento es uno de los factores detectados.
En San Carlos
En el caso del Liceo 1 de San Carlos, durante la visita del 26 de abril, se constató lo siguiente: peligro de derrumbe en al menos un área; agujeros en techos, membrana protectora despegada o ausente, falta de limpieza de desagües pluviales y falta de limpieza en las azoteas.
También filtraciones de agua por techos y ventanas, problemas de humedad, así como paredes y techos fisurados; pisos defectuosos, falta de barandas, techos de fibrocemento (material cancerígeno), así como aberturas rotas u oxidadas y precariedades en el cableado.
Se detectaron rastros de agua cerca de instalaciones eléctricas y tubos de luz sin protección mecánica; baños sin puertas o con ellas rotas, excrementos de palomas y ratas, cámaras séticas sin tapa, basura acumulada, y salones de informática que no cumplen con la normativa.
Finalmente se señala en el informe de Fenapes, que el Liceo 1 de San Carlos carece de galerías entre las distintas instalaciones para protegerse en caso de lluvia, y de extintores contra incendios.
(Fotos: Informe Fenapes)