El nuevo esquema de distribución y comercialización de combustibles que Ancap pretende poner en práctica a partir de enero de 2017, y que generara un tenso conflicto con los estacioneros y luego con dos de los tres sellos que operan en Uruguay, parece ir por buen camino y la tensión ha disminuido.

Primero fue el paro de los estacioneros de todo el país, una medida que no registra mayores antecedentes; y luego un duro cruce entre dos de los tres sellos que operan en nuestro país y Ancap, poco antes de que venciera el contrato suscripto entre las partes.

Sin embargo, hace una semana todos parecen haberse llamado y silencio y están dialogando, según indica este lunes El Observador. Fuentes de ANCAP consultadas por matutino destacaron la "apertura a negociar" que en los últimos días mostró la gremial de estacioneros.

En la misma línea, una asamblea de la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu) realizada el jueves último, encomendó a sus autoridades a seguir dialogando con el ente para explorar soluciones antes del 1° de enero que contemplen el interés de las partes.

El cambio planteado implica que la ganancia que percibirán los estacioneros se otorgará en 3 franjas en función de los volúmenes de comercialización, y se liberará el precio para las distribuidoras en la boca de salida de la refinería de La Teja, aunque el combustible seguirá tarifado para el público.

La Unvenu entiende que eso perjudicará la rentabilidad del negocio, y advirtió que puede traer consecuencias en los empleos del sector. Por ello aspira a que los cambios en el sistema de distribución sean negociados en vez de impuestos por ANCAP, lo que detonó en un paro en noviembre.

Otra posición

Por el momento las distribuidoras se niegan a aceptar el nuevo modelo propuesto. La brasileña Petrobras cuenta con 88 estaciones de servicio en todo el país, y Axion con otras 101. Hubo un cruce mediante cartas y declaraciones previo a que caducaran los contratos con Ancap el 8 de diciembre.

Las distribuidoras Petrobras y Axion están retirando combustible de la refinería de La Tablada desde el 9 de diciembre a precios 10% más caros de lo que lo hacían antes de esa fecha. En la primera jornada que levantaron combustibles de los centros de distribución dejaron constancia que lo hacían bajo protesta.