El Prefecto de Maldonado, capitán Marcelo D´Anatro, dijo que la repartición a su cargo tiene un intenso trabajo en virtud de la alta presencia de visitantes que se registra, lo que también incrementa el movimiento fundamentalmente en el área costera. El mayor problema lo constituye la cantidad enorme de motos de agua que se desplazan en la bahía.
El Prefecto de Maldonado, entrevistado en el periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, dijo que valorando la cantidad de gente que está presente en la península y la zona costera en general, se puede decir que la temporada es relativamente tranquila.
Dijo que hasta el momento se han producido solo algunos incidentes de menor relevancia, como embarcaciones que quedaron sin máquinas en la zona de Portezuelo y tuvieron que ser remolcadas, u otras varadas en un banco de arena ubicado frente al muelle De Mailhos en plena península.
Sin embargo, reconoció que lo que mayor preocupación genera es el alto número de motos de agua y similares que se desplaza en forma continua por toda la bahía de Maldonado, en muchos casos tripuladas por menores de edad lo que está expresamente prohibido.
El jerarca explicó que por otra parte, más allá de las indicaciones que se dan en los sitios de alquiler, no se exige el brevet, que es el permiso o licencia para tripular cualquier tipo de embarcación. Otro problema son las motos que son botadas al agua desde las propias embarcaciones.
D´Anatro dijo que la vigilancia es permanente, porque además se debe evitar que las motos de agua se desplacen a menos de 300 metros de la costa y atraquen en la isla Gorriti, lo que también está prohibido. Estos aparatos son de gran potencia y los hay de hasta 1.200c.c.
El Prefecto de Maldonado, dijo que en la dependencia a su cargo cuenta con 73 efectivos más 32 “marineros de playa” para cubrir un área muy amplia, por lo cual se han establecido algunas pequeñas bases en paradores de la Playa Brava de Punta del Este y el Punta Ballena.
Una lancha de 44 pies es la embarcación de mayor porte que patrulla en forma permanente la zona costera, además de una lancha rápida que es la que suele llegar en primera instancia ante cualquier emergencia. Además hay motos de agua y botes neumáticos en varios puntos.
Los recursos materiales están apostados en paradores de la Brava, para atender en forma más rápida llamados que se registren entre esa zona y José Ignacio. Además, en el Club de los Balleneros hay una base similar e incluso se realiza el control de salida de embarcaciones.