Los funcionarios de las 10 sucursales de Tienda Inglesa en Montevideo, Canelones y Maldonado, decidieron realizar un paro el próximo miércoles 21, en adhesión al reclamo de Fuecys para que se declare el 21 de junio de cada año el Día del Trabajador del Comercio y Servicios. Además como demostración de fuerza ante la reestructura anunciada.
Según datos obtenidos por MaldonadoNoticias, ya habría un 90% de los funcionarios agremiados y no agremiados de las 10 sucursales de Tienda Inglesa, de los distintos sectores y también cargos medios, que se adherirán al paro del miércoles 21 de junio.
Para esa jornada, Fuecys está convocando a un paro entre las 9.00 y las 24.00 horas, para reclamar entre otras cosas, que el 21 de junio de cada año sea declarado Día del Trabajador del Comercio y Servicios. La medida adhiere al paro general parcial convocado por el PIT-CNT.
En este marco, la gran mayoría de los funcionarios de Tienda Inglesa aprovecharán para demostrar ante la empresa el desacuerdo con la profunda reestructura que se está gestando, y que comprende la quita de una serie de beneficios logrados a lo largo de los años y compromete puestos de trabajo.
Los empleados de la firma no han percibido aún el medio aguinaldo, y se ha hecho correr la versión de que “no hay plata para pagarlo”. A todo esto, un alto número no está dispuesto a aceptar los recortes previstos porque equivaldría a una importante rebaja de los ingresos.
Los beneficios que perderían, son: el aguinaldo doble que se abona en el mes de diciembre de cada año; el pago doble de los días domingo trabajados, así como un viático de $ 4.000 más $ 60 por día por concepto del denominado “plato del día”, y la devolución de un porcentaje del IRPF.
Según los datos en poder de MaldonadoNoticias, de los aproximadamente 300 funcionarios de la sucursal Tienda Inglesa en Punta del Este, unos 250 -agremiados y no agremiados- no concurrirían a trabajar durante la jornada del miércoles lo que obligaría a la empresa a cerrar las puertas.
Lo previsto
La cadena de supermercados Tienda Inglesa, tal cual lo adelantara tres días atrás MaldonadoNoticias, pretende encarar una profunda “reestructura” que tiene su raíz en aparentes problemas financieros muy graves que harían insostenible el actual funcionamiento de la empresa.
Según datos aportados por empleados, la empresa los está poniendo contra la espada y la pared, porque pretende que “firmen” un documento en el cual aceptarían la pérdida de una serie muy importante de beneficios, que significa una rebaja muy notoria de los sueldos.
La empresa sostiene que debe generar un ahorro de varios millones de pesos mensuales para continuar siendo viable y mantener todas las sucursales abiertas, por lo cual apela a estas medidas; de lo contrario debería prescindir de un número muy importante de funcionarios que irían al Seguro de Paro.
Tras una reunión de delegados de las distintas sucursales, se decidió realizar reuniones individuales en cada una de ellas para definir los pasos a seguir. En Punta del Este esa reunión se celebrará el jueves. Las opiniones están divididas porque hay quienes temen quedar con las manos vacías.
Otros en cambio, sostienen que se debe hacer frente a la propuesta empresarial y rechazarla, porque la reducción de gastos podría realizarse de otra manera sin afectar las fuentes de trabajo. En cualquier caso, muchos sostienen que la “reestructura” no tiene marcha atrás.
Los nuevos dueños -un grupo inversor estadounidense respaldado por el banco Goldman Sachs, y empresarios uruguayos-, que el año pasado adquirieron la cadena de la familia Henderson por unos US$ 120 millones, plantearon al gremio que las ventas no se relacionan con los egresos.
Según la Central de Riesgos del BCU, Tienda Inglesa tiene calificación 4 (deudor con capacidad de pago muy comprometida), de acuerdo al último dato disponible de abril, señaló El País. Asimismo, posee una deuda con el sistema financiero que ascendía a esa fecha a US$ 28,1 millones.