Este lunes 26 de junio, los funcionarios de Tienda Inglesa se reunirán en asamblea, en Montevideo, para discutir el pre acuerdo alcanzado la pasada semana con la empresa. Aunque un gran porcentaje mantiene su desacuerdo con la propuesta, otras fuentes de los propios trabajadores indican que es la mejor alternativa en este momento.
La asamblea general de afiliados al gremio de trabajadores de Tienda Inglesa, tendrá carácter resolutivo, y se celebrará este lunes desde la hora 11.30 en la sede de AOEC (Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole), en Joaquín Suárez esquina avenida Agraciada, Montevideo.
Desde la hora 10.00 se entregarán las acreditaciones a los participantes, y a la hora 11.30 comenzará la asamblea, que deberá abordar un solo punto: la última propuesta de la empresa que fue rubricada por las partes la pasada semana en la sede de la Dinatra.
Las bases
En el pre acuerdo, se establece que la empresa dejará de devolver el IRPF, un beneficio otorgado en el año 2007, y que los jornaleros cobrarán por las horas efectivamente trabajadas y no como hasta ahora, que cobraban por 48 horas semanales realizando 44.
Otro beneficio alcanzaba a las cajeras, un viático equivalente a cuatro boletos, independientemente de si cumplían o no funciones de caja. La empresa pretende que ese viático lo perciban solamente quienes se desempeñen efectivamente en las cajas de los supermercados.
El pago doble de los domingos se mantiene, así como otros beneficios que incluyen el segundo medio aguinaldo doble, aunque no se abonará en efectivo como hasta ahora, sino que se ingresará a la denominada “tarjeta amarilla” con la que los funcionarios podrán comprar dentro de la cadena.
La empresa cuenta en estos momentos con unos 3.800 funcionarios, y ha informado que atraviesa una situación financiera delicada que obliga a realizar una profunda reestructura. En ese marco, pretende evitar envíos al Seguro de Paro o despidos, pero necesita reducir gastos.
En los últimos días se supo que algunos números ya daban en rojo desde el año 2012, y que los nuevos dueños compraron la cadena en unos US$ 120 millones, sabiendo esa situación, aunque esperanzados en poder revertirla lo que no se ha podido lograr.