Políticas de Estado, son los elementos que forman parte de la estrategia central de un país (Estado); dichos objetivos, esfuerzos e implementaciones, no deben variar según el gobierno de turno. No son de fácil logro; debe haber ya cierta maduración política y cultural, consenso general, que nutran estos objetivos y procesos fundamentales para el crecimiento del país, en temas centrales como educación, vivienda, gasto público, seguridad, salud, inversiones, bienestar general de la población.
Entre las variables más importantes a considerar:
Nuestro paisito tiene importantes políticas de Estado, que en los últimos 30 a 35 años se han mantenido; somos un ejemplo para la región, un país maduro, y propuesto al crecimiento, y al bienestar de los Orientales…
Voy a considerar algunas de las tantas que poseemos, un verdadero orgullo para nuestra uruguayez:
- El Estado acaparador y elefantico, con sus garras, hace un trabajo de pinzas, entre la abrumadora presión fiscal, la ridícula burocracia que nos impregna en todos lados, y la asombrosa lentitud oriental para definir cosas.
- El Parlamento y sus gastos, y viajes y suplencias y acomodos y personajes que fueron elegidos para trabajar en la legislatura, y básicamente no hacen nada; solo a veces están y por supuesto cobran todos los beneficios, especialmente la partida de diarios, viáticos y demás.
- La seguridad que no existe, la pobreza que no disminuye, el fracturamiento social cada vez más acentuado.
- El gordo Estado, con más de 290.000 empleados públicos, seguro de vida garantizado, pero en vida, inamovibles, milagro uruguayo que pueda estar vivo y todos los días cobrar mi seguro.
- Inversiones en infraestructura casi nulas.
- No existencia del ferrocarril; pero si hay un Directorio, secretarias, choferes, y un sindicato muy particular que se opone a todo.
- Tasa de suicidios más alta de América Latina.
- Puedo seguir con más y mas políticas de Estado. La ultima para no aburrirlos o deprimirlos más sería como la frutilla o la crema de la torta: el despilfarro, obsceno y que da vergüenza ajena de los gastos de personajes como Directores de Entes Públicos y otras reparticiones del Estado, con sus famosas tarjetas corporativas.
Qué habilidad y viveza criolla de esta gente, en minúscula; todo empezó con nuestro ex vice, y ahora nos vamos atrás, y siempre lo fue!. No es el monto dinerario de esto lo que preocupa en empresas que facturan millones de dólares; en su cuadro de resultados, figurará en gastos de Administración o Gastos de Funcionamiento, o sea, no hay un rubro de gastos “tarjetas corporativas” en el balance, no se ve, y no tiene que ver con los déficit de dichas empresas.
Como lo he expresado anteriormente, estoy harto y hay mucha, mucha gente que ya no podemos más con estas cosas y situaciones que pasan y siguen pasando; la impotencia es enorme y se traduce en bronca y más impotencia.
Porque en general “no pasa nada” en este país. Comisiones investigadoras, Tribunal de Cuentas, voces que dicen que van a devolver lo que gastaron hace 20 años, ¡¡que farsa!!.
Pero tenemos alguna política de Estado que deseo informar: siempre hemos pagado nuestra deuda externa, en algún momento con apoyo de otro gobierno, pero generalmente emitiendo mas deuda.
Tenemos grado inversor, y eso no es poca cosa; pagamos tasas mucho más atractivas a los inversores institucionales para mantener este monumento de deuda externa, que es uno de los instrumentos que tiene cada gobierno para subsanar parcialmente su déficit fiscal.
Las políticas de Estado del ciudadano común, nosotros, ustedes, ¿qué queremos?.
Que nos gobierne gente un poco más decente, que miren para adelante con visión de 5 a 10 años, que no sean resistentes al cambio, al progreso, que bajen el nivel de corporativismo, de cuidarse todos las espaldas, negar todo; que vean que la pobreza y la desigualdad social es un tema prioritario para atacar, la salud, la educación, la seguridad…
Me voy de esta utopía diciendo que me vine al Este del país hace 5 años, que no me muevo mas de acá, que aprovecho mis ratos libres tratando de pescar (probabilidad siempre muy baja, pero miren que tengo horas hombre pesca muy altas), estar con mis nietos y mis hijos, hacer algún asadito, tomarme de vez en cuando unos mates, mirar deportes, leer mucho; es decir, el común denominador de muchos uruguayos, lástima que algunos (bastantes) están en general siempre pensando en cómo poner un palo en la rueda a nuestra Orientalidad.
*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.