Hace poco tenía consulta médica, en el horario exacto me llaman, ni un minuto antes ni un minuto después; ante mi asombro importante, y estado de bienestar/felicidad que me produjo esto, entro al consultorio (no conocía al médico); lo primero que le digo es: ¡¡¡Felicitaciones!!! El facultativo (Ella) -no me banco el lenguaje inclusivo, con respeto, espero no ofender a muchos- me mira sorprendido y me pregunta el porqué de la felicitación, le explico y sonríe…. y me dice “en general cuando llamo a los pacientes no están”.
La probabilidad compuesta (es la probabilidad de que se den simultáneamente dos sucesos) para lo que pasó con la consulta médica es realmente baja, en general los pacientes estamos más o menos a la uruguaya en hora, el tema de los facultativos es mucho más crónico e inestable.
Aplicando este concepto a nuestra idiosincrasia, a nuestra forma de ser, nuestra cultura, estamos bastante lejos de ser un país que atienda en tiempo y forma, la interesante y explosiva combinación del factor humano en todas las decisiones y eventos que nos pegan a diario hace que ya estemos “curtidos” de la no atención en hora de cualquier cosa.
Traduzco atención en hora a todo lo que me debe brindar el Estado a través del Gobierno de turno, y la contrapartida de nosotros, los ciudadanos comunes de hacer las cosas de la mejor manera, tratar de brindar el mayor esfuerzo en que el sistema funcione.
El sistema funciona bastante mal en el territorio Oriental, nos hemos prácticamente olvidado del término “derechos y obligaciones” y esto es para todos, población y gobierno.
Uds. ya saben todo lo que nos pasa, no quiero aburrirlos en repetir nuestros males y sombras que están en el horizonte de la economía, la sociedad, nuestra cultura, y lo que si me altera es no ver algún indicio de que se vaya a “hacer algo”.
Estamos tan metidos en la diaria y en como llegar con mi empresa al mes siguiente, y poder cobrar mis créditos, pagar al personal y proveedores, pagar el crédito bancario que obtuve por un bajo flujo de caja, y hasta poder pagar mis impuestos mensuales, que no salgo de este círculo vicioso de incertidumbre y poca estabilidad, económica y emocional.
Al Estado le pasa lo mismo, hay que mantener el gasto, saquemos dinero de donde sea para mantener el estatus quo reinante; me olvido de lo que es, gobernabilidad, innovación, inversión, trabajar para todos, pensar en cinco a diez años para adelante…. Y tantas cosas más que quiere el ciudadano común (¿seguridad, educación, salud?).
Escucho y leo cosas que tienen que ver con sucesos que están condicionados a darse simultáneamente, acá en actos de mal manejo de los dineros públicos, ineficiencia marcada para gestionar empresas del Estado, cierta corrupción y estructuras enormes ineficientes y con una marcada burocracia y lentitud en toma de decisiones; acá si tenemos probabilidad compuesta que se da, y es alta; están todos alineados en algo que llamo decadencia y pensamiento especifico de uno solo para su “uno mismo”, me quiero salvar yo, deseo seguir dependiendo de la teta del Estado, mi preocupación es solo mi entorno.
Pero somos tres millones quinientos casi, que necesitamos que el paciente se presente en hora y el facultativo lo atienda en tiempo y forma.
*) Master en Administración de Empresas (New York University). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires. Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administración, Contabilidad, Finanzas y Organización. Cel. 099 141 417 - Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.