“La televisión, que pretende ser un instrumento que refleja la realidad, acaba convirtiéndose en un instrumento que crea una realidad” Bourdieu, P. 1996.
La tristeza y la desesperanza que vivimos hoy es social. Su construcción es colectiva. No deberíamos dudar de esto. Las formas de una incertidumbre triste se construyen en el colectivo, se promocionan ahí mismo, y adoptan sus rasgos más perversos cuando se transfiere su desarrollo al interior de los sujetos, al plano intrasubjetivo. Es una de esas enfermedades sociales que no entendemos de qué forma silenciosa se propaga, pero sabemos que sus daños son irreparables.
“La radio me dice que está todo mal. La violencia aumenta en las calles. Los crímenes son cada vez más y la fuerza de las drogas es tal, que te matan por dos pesos. La policía no alcanza, las penas son blandas y la culpa es de los otros, de los que no entienden que la única forma de detener la violencia es con más violencia. Eso dice la radio... o es lo que creo entender”.
También parece estar claro que vivimos en un mundo que no es todo construido por nosotros. Hablamos, inclusive, muchas veces con las voces de los otros, de los que tienen el poder para construirnos el mundo. Repetimos lo que oímos, y la voz del pueblo, la que habla, está tan teñida de matices que no distinguimos ficción de realidad.
“El diario me dice que está todo mal. Ni siquiera respeta las lágrimas de sangre de Brasil, porque parece que los brasileños tienen lo que se merecen por haber optado otrora por una supuesta izquierda corrupta que no entiendo por qué, si es izquierda, está tan alejada de las ideas utópicas que nos enamoraron”.
Parece difícil, bajo formas de dominio tan sutiles y perfectas, intentar convencer a alguien de que hay formas posibles de pensar en todos ante el inobjetable discurso del sálvese quien pueda. El “ser humano” tiene el poder de ganarle a “la humanidad”, porque los discursos parecen decir que no hay forma de que exista esperanza para ningún tipo de justicia social. Nos hacen creer que la pobreza es necesaria porque siempre existió, y porque el mundo funcionó con pobres y con ricos a la vez, y parece que convivían sin problemas.
“Veo en la televisión que está todo mal. Los inmigrantes llegan al norte a sacarle el trabajo a los norteamericanos. Las medidas de fuerza aumentan para que esto no suceda. Me lo cuentan las señales internacionales. Temo que pase lo mismo acá, vienen de otros lados y trabajan por miserias. La gente se subleva ante la amabilidad a los inmigrantes porque, según dicen, los tratan mejor que a nosotros”.
La xenofobia parece promocionarse sin necesidad de invertir ni energías ni dinero.
La manipulación es tal que parece imposible, sin una educación realmente liberadora, sin un desarrollo crítico de los sujetos, que cada uno logre construir su propia idea del mundo, o por lo menos comprenderlo. Muchos menos ser parte de la transformación.
El desafío aumenta cada día porque las formas de la manipulación también lo hacen, y sólo queda resistir. Porque lo otro es sumarse a la desesperanza que, tal como aparece hoy, no es más que la tristeza disfrazada de compañera.
Enfrentarse críticamente al mundo que construimos y que nos construyen implica, en cierta forma, un enfrentamiento con uno mismo. Una especie de debate entre el “yo construido” y el “yo emancipado”. Supone también comprender las formas de la manipulación más allá de la simple práctica de manipular. Un acceso a otra perspectiva del mundo en que vivimos y del espacio social que compartimos.
Ese acceso implicará, a su vez, una reformulación de los sentidos adjudicados a todas nuestras prácticas. Para el caso de nosotros, los docentes, una perspectiva nueva y necesaria que supondrá, entre otras cosas, habilitar a los sujetos a la construcción y reconstrucción de su propio mundo, liberar su capacidad infinita de operar como agentes de cambio en la búsqueda de formas nuevas y diferentes de algún tipo de justicia social.
*) Licenciado en Educación Física (ISEF Udelar). Entrenador de fútbol (ISEF-Udelar). Actualmente cursando la Maestría en Didáctica de la Educación Superior (Centro Latinoamericano de Economía Humana).
Director coordinador de Educación Física, del Consejo de Educación Inicial y Primaria/Administración Nacional de Educación Pública. Maldonado-Uruguay.
(ANEP/CEIP). Integrante de la línea “Políticas Educativas y Formación Docente.
Educación Física y Prácticas Educativas”, adscripta al grupo de investigación sobre La Educación Física y su Enseñanza.