Afganistán ha sufrido más de 40 años de conflicto e inestabilidad. La crisis en el país se ha caracterizado por estallidos de violencia, desastres naturales, desplazamientos internos, indicadores de salud negativos, pobreza extrema y un sistema médico sobrecargado. Desde 1980 hasta hoy, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha estado allí para satisfacer las necesidades de salud.
Dado que Afganistán tiene una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo -se estima que unas 4.300 mujeres mueren anualmente por complicaciones durante el embarazo o el parto- uno de los focos de nuestras actividades en el país está relacionado con atención de salud materna.
En las zonas rurales y lejos de las ciudades, la mayoría de las mujeres no tienen un acceso a la atención obstétrica básica, con lo cual muchos partos se realizan en casa, sin asistencia. En provincias como Khost, la falta de acceso a la atención médica se ve agravada, tanto por la disponibilidad limitada de personal médico femenino, como por no tener el dinero para pagar por la asistencia sanitaria. Un solo parto en una clínica privada puede costar de 35 a 60 USD, lo que agrega presión adicional a las familias.
MSF abrió su hospital de maternidad en Khost en 2012 y desde ese momento pusimos énfasis en la formación del personal femenino local. Casi todas las parteras son mujeres afganas, algunas de las cuales tienen mucha experiencia en el manejo de partos complicados.
Dado que MSF ofrece sus servicios de forma gratuita, la maternidad en Khost se ha convertido en una estructura de referencia para los partos seguros en toda la región. No solo es la maternidad más grande de Afganistán, sino que también es uno de los hospitales que atienden más partos en el mundo, con un promedio de 1.400 por mes.
Solo durante este año, desde enero hasta finales de agosto, se realizaron 11.225 partos, de los cuales el 13,5% presentaron complicaciones.
La maternidad es uno de los mayores empleadores de mujeres en Khost: MSF emplea a 440 personas, entre ellas 280 mujeres, que se desempeñan como médicas, enfermeras, parteras, niñeras y personal de limpieza. Es una instalación dirigida principalmente por mujeres para mujeres. Nuestro personal femenino es fundamental para que sigamos salvando vidas.
En momentos donde especialmente las embarazadas enfrentan mucha incertidumbre, la maternidad de MSF en Khost ayuda a reducir la alta tasa de mortalidad materna al ofrecer un entorno seguro para que las mujeres den a luz a sus bebés.
*) Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización médico-humanitaria de carácter internacional que aporta su ayuda a poblaciones en situación precaria y a víctimas de catástrofes de origen natural o humano y de conflictos armados, sin ninguna discriminación por raza, religión o ideología política. Actualmente MSF cuenta con 499 proyectos de acción médica y humanitaria en 88 países, y con 7 millones de socios y colaboradores en todo el mundo. En reconocimiento a su labor humanitaria, MSF recibió el Premio Nobel de la Paz 1999.
Para mayor información visitar: www.msf.org.uy