*) Dr. Cs. Adalberto Cuevas Palacios
El enfoque metodológico de la Educación Física y los Deportes debe vincularse con las características de los practicantes en lo relacionado con su desarrollo morfofuncional, su entorno sociocultural y la motivación hacia la práctica de ejercicios físicos, considerando en primera instancia su proceso evolutivo.
El proceso evolutivo infantil puede ser dividido para su estudio en dos etapas:
- Primera infancia de 1 a 6 años
- Segunda infancia de 6 a 12 años
La etapa denominada Primera Infancia podemos dividirla en dos fases, de 1 a 3 años y de 3 a 6 años. Se definirán algunas consideraciones importantes relacionadas con la primera fase, en la que muchos niños asisten a centros escolares denominados jardines o centros educativos infantiles, en muchos casos vinculados a la educación formal, sin embargo algunos son educados sólo en sus casas mediante un proceso completamente informal.
Esta situación podría ampliar las diferencias que naturalmente existen entre los niños en tanto es conocido que cada uno evoluciona en forma y ritmos diferenciados. “Dentro de esta fase existen diferentes momentos que marcan el ritmo del desarrollo de cada niño según sus características físicas, psicológicas y sociales” Quicios, B. (2022). Resulta evidente que en las citadas diferencias influyen factores genéticos, algunos de los cuales no pueden ser modificados significativamente, sin embargo otros tienen una notable dependencia de los efectos del entorno social.
Una mirada a la generalidad de los cambios que se pueden observar en esta etapa de la vida, ayuda a comprender mejor la importancia de la Educación Física y el Deporte en función de limitar las influencias negativas de los juegos virtuales y de otras tendencias lúdicas que apuntan a la vida sedentaria, sin bien son prácticamente imprescindibles en la realidad actual.
Continuando con las consideraciones de Quicios, B (2022) la evolución de los niños de esta edad en las diferentes áreas debería ser la siguiente:
- Área cognitiva: tienen un pensamiento notablemente egocéntrico y les cuesta mucho imaginarse lo que piensan o creen los demás.
- Área del lenguaje: empiezan a controlar el uso del lenguaje propiamente dicho. Al principio es un lenguaje telegráfico con palabras sueltas y más tarde tendrán la capacidad de generar frases simples con alguno errores.
- Área socioemocional: sigue jugando en paralelo. A finales de esta fase comienza a compartir sus juegos con otros iniciando así la socialización.
- Área motora: siente curiosidad y explora, lo que será el motor del aprendizaje, sigue creciendo aunque lo hace mucho más lento que en las etapas anteriores.
La evolución en estas áreas es heterocrónica para cada niño y puede recibir los estímulos del ambiente en que se desarrolla con tendencias positivas o negativas, pudiendo ser favorecida por la educación formal.
La segunda infancia (6 a 12 años) constituye la etapa final antes del desarrollo de la adolescencia, los cambios que se producen desde el punto de vista morfofuncional resultan mucho más significativos, tanto a la percepción de las personas del entorno, como a la del propio niño.
Los cambios más notables pueden ser los siguientes según Quicios, B (2022)
- Área Cognitiva: Su capacidad para pensar en términos abstractos y matemáticos se desarrolla mucho, pero no llega a su máximo.
- Área del Lenguaje: A medida que el niño crece va mejorando el uso del lenguaje y de la comunicación.
- Área socio - emocional: La imagen que tiene de sí mismo adquiere mucha importancia y trata de ganar amistad de quienes considera importantes. El círculo social de iguales configura su identidad y se empiezan a quebrantar las normas familiares.
- Área motora: Es a partir de esta etapa cuando el niño es capaz de aprovechar las nuevas formas de control de su cuerpo. La maduración casi definitiva del Sistema Nervioso permite al niño realizar más movimientos.
No existe una frontera definida entre la niñez y la adolescencia, algunos podrían adelantarse en el desarrollo físico y sexual, alcanzando tempranamente la maduración, otros evolucionan acorde a su edad cronológica y un tercer grupo puede atrasarse significativamente generando confusión al analizar su desarrollo morfofuncional.
Los niños que se adelantan en la maduración sexual mostrarán características típicas de los adolescentes, pero sobre esta etapa se abundará en la próxima columna.
Es vital asegurarles a los niños una Educación Física adecuada y la participación en las prácticas de los deportes que más le motiven, de manera tal que se garanticen los estímulos apropiados en el momento propicio, lo cual guarda estrecha relación con la denominación de los períodos sensibles para el desarrollo de las capacidades motrices, tanto condicionales, como coordinativas.
Los rangos de edades para estos períodos sensibles, definidos como el momento ideal para la mejora de las capacidades motrices de manera significativa, han sido estudiados por diversos investigadores desde diversas áreas de las ciencias, mostrando en la mayoría de los casos rangos diversos, lo cual pudiera estar relacionado con las particularidades de la población objeto de investigación.
Si bien los rangos propuestos para el inicio y desarrollo del entrenamiento en edades tempranas, resulta determinante la selección de los métodos y medios más adecuados para el trabajo, destacándose entre estos, el juego, tanto con énfasis en el aspecto recreativo, como en objetivos didácticos, que permiten el aprendizaje de determinadas técnicas y tácticas deportivas.
Debemos destacar que si bien estas etapas varían, de acuerdo a diversos factores genéticos y socioculturales, lo que no debe variar es la posibilidad de brindarle a los niños los estímulos apropiados a su edad biológica, lo cual no necesariamente debe ser enfocado al alto rendimiento deportivo, en tanto todos tienen derecho a:
- No ser campeones
- Ser campeones
- Ser entrenados por personas suficientemente capacitadas
De lo antes expresado se deriva la posibilidad de búsqueda y selección de posibles talentos deportivos en edades tempranas, temática que será abordada en la próxima columna.
*) Doctor en Ciencias Pedagógicas. Docente de la UDELAR.