*) Enrique M. González Vilar Laudani
Hace algunos años, conocí a un hombre. La piel curtida por las inclemencias del trabajo a pleno sol, y los sufrimientos y dificultades a lo largo de su existencia, le hacían parecer mayor de lo que sus años delataban. Su cuerpo, que insistía en encorvarse por los achaques de salud, no se doblegaba completamente debido a la férrea voluntad de la mente y el corazón de aquél que lo habitaba.
Conversando sobre su vida sufrida, llena de desventajas, luchas y sinsabores, se me ocurrió preguntarle dónde hallaba la fuerza para seguir adelante de la manera en que lo hacía: siempre alegre, con actitud positiva, con una sonrisa en la cara. En ese momento su rostro se iluminó. Con sus ojos brillando por el entusiasmo y la emoción, en voz baja y como compartiendo un secreto ancestral, me dijo:
“A lo largo de toda mi existencia he padecido numerosos sinsabores, tantos que ni los podría contar. Pero, de tanto en tanto, como mojones en el camino señalando la buena senda, tuve ´momentos preciosos´, donde la paz, el amor, el bienestar y la alegría colmaron mi corazón y llenaron de luz mi mente.
En los peores momentos de obscuridad, cuando la desesperación parece abrir su boca para tragarme, cierro mis ojos y vuelvo a esos ´momentos preciosos´ que experimenté. Los revivo lentamente, hasta que la tranquilidad, la fe y la esperanza vuelven a poner en equilibrio mi alma atribulada. Entonces sé que todo es momentáneo, que todo pasará, que los desafíos quedarán en el olvido y vuelvo a dirigir mi vista hacia adelante, pues sé que habrá más ´momentos preciosos´.”
El Abuelo Fernández, como lo llamábamos, ha sido siempre un ejemplo para mí y a menudo reflexiono en sus palabras.
Encontré en esta historia una pequeña fórmula para sobrevivir durante los tiempos difíciles. Se trata de encontrar nuestros propios “Momentos Preciosos”. El poder reconocerlos nos ayudará a tener esperanza, ser más agradecidos y positivos. Al revivirlos, el cerebro traerá al presente las mismas experiencias, sentimientos, placeres y gozos. ¡Hasta podrás oler los mismos aromas que en esa oportunidad!.
Esto provocará una pausa en los dolores del momento y podrás saber con certeza que indefectiblemente pasarán.
Cuando estamos abrumados y angustiados, el reconocer los “momentos preciosos” no es fácil. Como ayuda, te sugiero que agarres una hojita de papel, un lápiz y te tomes unos minutos.
En primer lugar anota, así como te salgan, veinte “momentos preciosos” que viviste. Al principio te va a costar un poco, pero luego de los primeros cinco o seis, vas a recordarlos más y mejor.
Podrían ser momentos de diferentes características: pueden tener que ver con personas, sentimientos, situaciones, lugares, comidas, tareas realizadas, diversión, descanso, hobbies, o cualquier cosa que te venga a la mente, que te haya dado felicidad, paz y tranquilidad.
En segundo lugar recréalos en tu mente, en un lugar tranquilo. Evoca los recuerdos y piensa en los detalles. Vas a notar que tu cuerpo se relaja y que una sensación agradable te hace sonreír. Disfruta de tus hermosas experiencias.
En tercer lugar, cuando vengan las tormentas de la vida…. saca la lista, empieza a revivir tus “momentos preciosos” y tendrás una pausa que te permita tomar aire, cambiar de actitud y salir adelante con más fuerza, serenidad y tranquilidad.
Sentirás que así como has pasado antes los desafíos de la vida, también los pasarás ahora y tendrás claridad para encontrar las soluciones y la paciencia para desarrollarlas.
Te agradezco que nos hayamos comunicado a través de esta nota. Este solo acto, es para mí, un “momento precioso”.
*) Periodista (Universidad Nacional de la Matanza - Bs. As. - Argentina). Director de Seminarios e Institutos en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para las sedes Morón, Quilmes y Merlo (todo en Bs. As.).
Docente y Profesor en religión para jóvenes de 14 a 30 años. Director del Programa de Becas Educativas (FPE) de la Iglesia en Instituto SEI Merlo. Coach y Orientador Educativo en el mismo Instituto.
Todo esto fue realizado desde 1986 a 2013. Coach de Vida y Facilitador de proyectos personales (Estudios con la Licenciada Graciela Sessarego - Venezuela).
Mail: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.