Hace muchos años, exactamente un 15 de diciembre de 1987, la Cámara de Representantes de nuestro país votó por unanimidad la Ley 15.939. Ello pasó inadvertido para la mayoría de los uruguayos: realmente no entendíamos el horizonte que abría dicha ley.
En el año 2010, el Dr. Ramón Méndez a la cabeza de la Dirección de Energía del Ministerio de Industrias, llevó adelante un cambio de la matriz energética, que recién comenzamos a ver cristalizada a fines del mismo período con la instalación de Parques Eólicos.
Una visión parecida la tuvo Oscar de los Santos, cuando incluyó en el presupuesto 2005-2010 de la Intendencia Departamental de Maldonado un rubro para trabajar en esa dirección; no es coincidencia que el primer Parque Eólico de UTE se eleve en tierras de Maldonado. Estas políticas de Estado han resultado muy importantes en el desarrollo económico actual.
Es que las noticias divulgadas por el Banco Central del Uruguay la pasada semana, que fueron recibidas como muy malas para la mayoría de los analistas económicos, podrían haber sido mucho peores de no contar con la fuerza económica generada por dichas políticas.
El PIB de Uruguay cayó un 0.1%, comparando el segundo trimestre de 2015 con respecto a su similar de 2014. Del lado de la oferta, la razón principal de ello fue producto de la sequía, y sus consecuencias fundamentalmente en la generación de energía eléctrica, pero no ha sido insignificante la caída de la industria no forestal.
De no contar con parques eólicos y derivados de la forestación, el PIB hubiese caído sensiblemente más, y aseguraría ya mismo el hundimiento del Uruguay en una recesión profunda. En síntesis, una ley y una política de Estado llevada adelante hace muchos años, nos salvó de caer en una aguda recesión.
Lejos de ello, en Maldonado hoy discutimos acerca de si nos encontramos en una crisis o no, si el costo de los taxímetros es alto en Punta del Este, si vienen tantos o menos cruceros, si arriban más o menos visitantes por ómnibus.
Como consecuencia, al igual que en otra época que no queremos recordar, el mal estado de la política y la ausencia de políticas claras de Estado, nos llevan al abismo.
Es que es hacia allí donde nos conducen las autoridades nacionales, departamentales, y empresariales, enfrascados en estériles discusiones de corto plazo, un camino muy distinto al que nos llevaron los verdaderos hacedores de políticas de Estado del pasado. En Maldonado necesitamos políticas de Estado, pero lamentablemente vemos en empresarios locales y autoridades departamentales o bien ausencia de ideas, o bien un mal estado de la política.
*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.