Asistiendo a un par de desayunos de trabajo ofrecidos por la Cámara Empresarial de Maldonado, escuché con mucha atención a los comentarios de referentes comerciales, industriales y de servicios del Departamento.
El común denominador de las inquietudes, preocupaciones, alertas de sus organizaciones eran: el peso del Estado, la competencia desleal, la transformación de la temporada en periodos cada vez más cortos, la incertidumbre económica, entre los más importantes factores de conversación.
Los problemas expuestos son reiterativos, y se han intensificado en los últimos años, vuestras organizaciones han pasado por periodos de buena facturación y márgenes satisfactorios, en los cuales si bien dichos elementos distorsivos ya estaban en el entorno, no los sentíamos tan alarmantes o cercanos.
Al bajar los volúmenes de facturación, al tener que mantener la estructura, aunque sea la mínima para enfrentar el ciclo económico de cada empresa, al bajar mi margen de rentabilidad, estos temas nos pegan más fuerte en nuestro gestionar diario y en poner todo el esfuerzo en mantener viva mi organización.
Mantener viva mi organización se traduce en seguir teniendo flujos de caja positivos que puedan alimentar al sistema en sus procesos, estructura y objetivos fundamentales de su existencia.
Dichos flujos de caja, dichas entradas de dinero, tienen un componente o porcentaje de utilidad, lo que yo llamo la creación de valor o la creación de riqueza de cada empresa o unidad de negocio.
Cómo hacemos para “mantener viva mi organización” en estos tiempos de incertidumbre, acoso constante de los organismos de recaudación, informalidad, retracción del mercado, entre otras variables que nos golpean diariamente en nuestro accionar organizativo.
• Conocer mis números de gestión. Esto se traduce en saber exactamente mi rentabilidad, cual es mi margen operativo neto. Deben pedir a su asesor contable dicha información, que es su cuadro de resultados y analizar los distintos componentes del mismo.
• Tener claro cuál es mi capital de giro o de trabajo, es decir mis derechos o activos corrientes contra mis obligaciones corrientes. Como se conforma dicho capital, mis cuentas a cobrar, mis bienes de cambio, versus mis obligaciones por compras operativas y gastos corrientes de estructura.
Estos son dos puntos básicos a tener en cuenta al momento de la toma de decisiones, será necesario bajar gastos?, será necesario hacer menos retiros personales?, porqué tengo menos rentabilidad en mi negocio?.
El análisis de estas variables y su comprensión me van a ayudar a conocer más sobre mi empresa, y la capacidad de generar valor, que se transforme en flujos positivos de dinero.
Es fundamental también poder trabajar en equipo, no cerrarse, discutir planes de acción en conjunto con los colaboradores más cercanos, familia y no familia. Mantener la fuerza y voluntad de trabajo y creatividad e innovación que los hacen distinguirse de sus competidores.
*) Daniel Pelenur, Contador Público. Master en Administración de Empresas (New York University ). Ocupó cargos gerenciales de primer nivel en áreas administrativas financieras en importantes empresas en Montevideo y Buenos Aires.
Docente Universitario. Desde el 2008 hace consultoría y capacitación en empresas familiares en áreas de Administracion, Finanzas y Organización.