En las líneas de la semana pasada, revisábamos la rentabilidad de distintas inversiones financieras a lo largo de 2015, destacando el alto rendimiento de la Bolsa de Valores de Argentina, cuyo índice MERVAL había evolucionado favorablemente en un 29% a lo largo de estos meses. Ello reforzado por claras expectativas favorables a una victoria del Ing. Mauricio Macri en las elecciones presidenciales, considerado por el mercado como amigable.
Asimismo, decíamos que ya no había papeles baratos en dicha bolsa de valores y que era recomendable salirse del mercado por un tiempo.
Pues la reacción del mercado el día lunes 23 parece corroborar lo mencionado. El índice MERVAL cayó un 6% en un solo día, y las acciones argentinas en la Bolsa de New York lo hicieron en un promedio de 10%. Luego de la “tranquilidad” del martes, nuevamente cayó el miércoles, en una jornada volátil, para recuperarse algo el jueves, ésta última una jornada con escasa actividad considerando el feriado de Acción de Gracias en New York, y el feriado argentino del 27 de noviembre.
Dos motivos fundamentales motivaron esta caída: por un lado, algo de nerviosismo por la renuncia del dirigente de la UCR, Ernesto Sanz, al cargo de Ministro de Justicia, que llevó a malos recuerdos pasados en coaliciones de gobierno. Por otro lado, lo ya comentado respecto al alto precio de los papeles, y la recomendación de toma de ganancias de los operadores.
Interesantes han sido los comentarios y posiciones de operadores de primera línea en los mercados: mientras Standard & Poors mejoró la perspectiva de la deuda argentina a positiva (aunque advirtiendo que ello se debe al perfil “acatador” del nuevo gobierno respecto a los fallos judiciales en Nueva York); los principales bancos brasileños ya descuentan una devaluación del 24% en diciembre, suba de las tasas de interés en el vecino país y política monetaria restrictiva.
Estas dos últimas medidas, acompañadas de una suspensión -para luego acatar los fallos- en el cumplimiento de los juicios de New York y un blanqueo de capitales, llevaría el dólar en Argentina a $12 pesos.
Si ello ocurriese, la competitividad con Argentina se mantendría prácticamente igual a la de enero de 2015, por lo que los turistas argentinos encontrarían en la próxima temporada costos similares, en términos reales, a los de la temporada pasada.
Algo no menor en importancia, considerando que el mercado anticipa un dólar por encima de $ 14 pesos, y que la incertidumbre en Argentina (y también en Brasil), parecen confabular contra una temporada aceptable.
También es de destacar, que las promociones locales a los turistas argentinos se han basado en compras con tarjetas de crédito; el asunto es que una liberación del cepo cambiario, y la mencionada devaluación, terminará con estas ventajas, algo no menor para considerar por los operadores locales.
*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.