*) Cr. Ricardo Puglia Saavedra

Observando los acontecimientos vinculados al vicepresidente, Sr. Raúl Sendic, he llegado a la conclusión que la coalición de facciones de izquierda (27) denominada Frente Amplio (FA) nunca fue un partido político. Es una religión nacida en 1971, cuyos dirigentes, adherentes y votantes realizan en forma permanente actos de fe y devoción que no pueden explicar en forma racional, moral y ética.

El FA es un culto de votantes que se atribuyen poderes terrenales emanados de los lugares sagrados donde teorizaron Marx, Engels, y ejecutaron Lenin, Stalin, Mao, Fidel, Lula, Chávez y otros tantos apóstoles que buscan una permanente conexión con sus devaluados líderes para satisfacer espiritualmente mediante la fe cualquier apartamiento de las leyes y alcanzar la felicidad espiritual.

Han creado un sistema solidario de creencias y de prácticas relativas a las escrituras marxistas y en especial al manifiesto comunista. Siempre encuentran una explicación a lo inexplicable racionalmente y ofenden permanentemente el intelecto de los uruguayos por su falta de dignidad y por la práctica de una hipocresía atroz que siempre se relativiza en las conspiraciones de la derecha, en la herencia maldita, o en el debilitamiento de las instituciones sin asumir jamás el mea culpa y la expulsión de sus filas de los responsables de acciones indebidas que tanto dañan a los hijos de la República.

Brasil ha sido reconocido por el mundo desarrollado como ejemplo del comienzo de un proceso de transparencia a través de la investigación de la Policía Federal en el proceso denominado -lava jato- que investiga el vaciamiento de la empresa petrolera Petrobras y las coimas recibidas de los empresarios beneficiarios de licitaciones digitadas y de entregas de dinero en Suiza y otros lugares del mundo para los dirigentes del Partido de los Trabajadores y otros partidos socios en el actual gobierno de Dilma Rousseff.

El juez Sergio Moro se ha convertido en un implacable Eliot Ness quien ha llevado al ex presidente Lula a declarar coercitivamente luego de varias convocatorias eludidas a declarar voluntariamente. Este mismo juez lleva ya condenados a 22 personas entre altos cargos políticos y empresarios participantes en el proceso lava jato.

El último condenado fue el director-presidente de la mayor constructora de Brasil con presencia en 27 países en cuatro continentes y una facturación de 41.000 millones de dólares en 2013, Marcelo Odebrecht a 19 años y cuatro meses de cárcel junto a otros reos más.

El Ministerio Público de San Pablo acaba de presentar a la Justicia una denuncia contra el ex presidente Lula Da Silva y su esposa Marisa Leticia por el caso del triplex de Guarujá, acusado de ocultamiento de patrimonio (lavado de dinero) y falsificación ideológica junto a su hijo Lulinha, al ex tesorero del Partido de los Trabajadores y al ex presidente de la empresa constructora OAS S.A. quien desarrolla negocios en el sector ingeniería e infraestructura  con obras de construcción pesada en áreas como petróleo, gas, concesiones de vías urbanas, terminales de ómnibus, metros, aeropuertos a través entre otros de concesiones de PPP (Participación Pública Privada) y ex constructores de la regasificadora Gas Sayago en Uruguay.

Integrantes de la Comisión Investigadora de Ancap denunciaron por "omisión contumaz” el incumplimiento de los plazos de presentación de los estados contables; el déficit de cercano a US$ 800.000.000 y la pérdida de patrimonio; el pago de multas por incumplimiento de contrato en la planta de cal en Treinta y Tres; los 10.700.000 millones de dólares gastados en publicidad en los años 2013 y 2014, la contratación de la agencia publicitaria La Diez; una deuda de entre US$ 25 millones y US$ 30 millones con la quebrada Pluna; el aumento de 35% de la plantilla de funcionarios en el período 2005-2014; la inversión de US$ 12,5 millones en el remolcador Kychororó, inaugurado en 2013 sin funcionar; el aumento del gasto en honorarios y contrataciones por $ 1.562 millones en 2013 a $ 2.078 millones (US$ 85 millones) en 2014; la operación de triangulación de petróleo con Petroecuador y la empresa holandesa Trafigura; la operación de cancelación de deuda con Pdvsa de Venezuela; la sobrefacturación en la planta de bioetanol en Paysandú; la capitalización de ALUR en US$ 100 millones de dólares, la regulación tardía (de hasta tres años) de importaciones de gas y petróleo, el aumento del costo de la planta desulfurizadora y las pérdidas en los negocios del portland.

Si bien es un derecho constitucional la creación de comisiones investigadoras, estimamos que el Senado no debería continuar involucrado en estas investigaciones que tienen serias sospechas de presuntos hechos delictivos. A Ancap deberían seguir otras investigaciones como las causas por la que quebró Pluna, la quiebra de Fripur, el fracaso de Gas Sayago con sus pérdidas asociadas, las inversiones de la Corporación Nacional para el Desarrollo y los fideicomisos que administra, las licitaciones adjudicas por UTE, Antel, Ose, Afe, Correos, Intendencia de Montevideo, la monopólica empresa privada encauzadora de los negocios de importación-exportación entre Uruguay y Venezuela y otras decenas de negocios donde empresas públicas y privadas  podrían encerrar probables actos delictivos.

La transparencia es fundamental en los países desarrollados y en los países de primera para alcanzar la confiabilidad de los ciudadanos y los inversores en las acciones de los gobernantes.

Uruguay precisa de un Ministerio Público que defienda los intereses ciudadanos, de jueces como el brasileño Sergio Moro y por qué no de un Eliot Ness que luche contra la corrupción y el enriquecimiento ilícito instalado.

*) Especialista en inversión bancaria y asesoramiento empresarial, egresado en 1980 de la Universidad de la República Oriental del Uruguay “Contador Público y Licenciado en Administración”. Ex vicepresidente de la Corporación Nacional para el Desarrollo. Ha desarrollado una proficua e intensa actividad en la banca nacional e internacional, destacando las áreas de inversiones, reestructuración de deuda, banca corporativa, banca minorista, proyectos de inversión, ingeniería financiera y comercio internacional.

En 1990/1991 ocupó la gerencia comercial de Credit Lyonnais Uruguay y participó en la renegociación de la deuda externa uruguaya en estrecho contacto con el Ministerio de Economía y Citibank N.A.; de 1992 a 1996 estivo a cargo de la gerencia comercial de Banco Exterior Uruguay (hoy BBVAArgentaria).

Desde el año 2006 desarrolló servicios profesionales independientes en Consultoría  y Finanzas Corporativas en varias empresas.

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