El periodista Ernesto Tenembaum ha publicado recientemente una nota en el diario El Cronista de Buenos Aires, titulado “Texto urgente para Macri”, en el que rememora un viejo texto de la Historia Económica Argentina llamado “El Péndulo. Hasta cuándo?”, escrito por el Ing Marcelo Diamand en 1983.
En dicho texto, el Ing Diamand hace un breve repaso de la Historia Económica de Argentina, e identifica en la misma dos claros enfoques de política económica: Populares y Ortodoxos. Dice Diamand, que ambos enfoques se alternan en la historia de su país, ambos emergen como solución a los problemas heredados por el anterior, y ambos fracasan para dar paso a un nuevo plan basado en el modelo que se creía superar.
Llama poderosamente la atención el alto grado de exactitud con el que el autor predice los acontecimientos que hoy estamos viviendo. Transcribo la frase con la que describe la política económica popular: “Se inspiran en el keynesianismo y el nacionalismo económico. Sus principales objetivos son la distribución progresiva del ingreso y el pleno empleo.
El primer objetivo se instrumenta mediante mayores beneficios sociales, aumentos nominales de salarios y controles de precios. También se recurre a instrumentos de política macroeconómica, como el tipo de cambio y las tarifas públicas, para evitar el aumento del costo de vida.
El segundo objetivo se logra asegurando un alto nivel de demanda. Las etapas expansionistas suelen empezar con el aumento de los salarios reales, el crédito barato, el incremento de la actividad económica y una euforia en el sector industrial y comercial”.
Parece ello una descripción del modelo K: su ministro de economía se autodenominaba keynesiano, protegió la industria nacional, la asignación universal por hijo, subsidios a las tarifas públicas, cepo cambiario, aumento del salario real, y podemos seguir.
No menos acertado es la predicción del final del modelo según Diamand: “El déficit del presupuesto crece, la balanza comercial se desequilibra, aparece el desborde sindical, surge el desabastecimiento y se acelera la inflación. El proceso culmina con el agotamiento de las reservas del Banco Central”; es como repasar los últimos años del gobierno de Cristina Fernández.
Y no menos asombrosa es la descripción que Diamand hace del régimen que lo remplaza: “La caída del poder popular provoca un brusco vuelco hacia la ortodoxia económica, ahora identificada con lo serio en la economía. Sus respuestas involucran una fuerte devaluación, un aumento de los ingresos agropecuarios, una caída de los salarios reales, una drástica reducción monetaria, una recesión, y un deliberado esfuerzo de atracción de capitales extranjeros.
Su teoría es que la recesión y la caída de los salarios reales no son más que perjuicios momentáneos que corresponden a un período de ajuste necesarios para sanear la economía”. Esto es como leer las noticias que todos los días recibimos de la Argentina actual.
Dejo al lector que acuda al artículo de Tenembaum para ver cómo evoluciona y termina este nuevo modelo ortodoxo, al fin de cuentas, si alguien en 1983 pudo prever qué ocurriría 30 años más tarde, seguramente todos podremos ver lo que ocurrirá en 3 o 4 años, ya que el péndulo sigue su inexorable curso histórico en Argentina.
*) Es Master en Economía Financiera por la Univ. of London-SOAS, UK. Se desempeña actualmente como Profesor de Economía de la Universidad de la República (CURE-Maldonado) y de la Universidad Católica del Uruguay (Sede Punta del Este). Es asesor de inversiones financieras.