La Escuela de Alta Gastronomía de UTU “Pedro Figari” de Punta del Este, es la única del país que conjuga formación profesional con experiencia laboral para 200 estudiantes. En verano el restorán funciona 14 horas diarias y en invierno ofrece almuerzo y servicio de té los fines de semana, además de eventos privados con agenda llena todo el año.
En el establecimiento educativo-gastronómico, ubicado en el parador municipal de la Parada 12 de la rambla Claudio Williman de Punta del Este, trabajan 16 becarios remunerados, jefes de sala y cocina, y coordinador de producción, y se forman 200 estudiantes de todo el país.
En la Escuela de Alta Gastronomía del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU), los estudiantes desarrollan sus prácticas laborales, según la etapa de la carrera en que se encuentren. La experiencia incluye atención al público y cocina, tanto en formato de restorán como de servicios para eventos privados.
La agenda de actividades de este 2019 está completa, a un ritmo de tres eventos privados semanales. Durante el verano, el establecimiento permanece abierto durante 14 horas diarias, y en invierno todos los sábados y domingos se ofrece almuerzo y servicio de té.
El año pasado la escuela emprendió un proceso de transformación y mejora edilicia que incluyó la remodelación total de la cocina, la zona exterior del parador y baños a nuevo. En el correr del 2019 se actualizará la zona comercial, incluyendo el mobiliario de salón.
El presidente de la Anep, Wilson Netto, reconoció el alcance nacional e internacional de esta propuesta, pues circulan por la experiencia educativa profesional tanto estudiantes y docentes de distintos puntos del país como extranjeros que viajan a Uruguay para realizar sus prácticas.
Lo definió como “un centro referente” en su tipo, que además se destaca por su ubicación privilegiada en la costa uruguaya. “Esto es muy simbólico, porque en el período anterior el Estado y el gobierno departamental acordaron la instalación del centro; luego, en este período se sostuvo, pese a algunas dificultades”.
Netto insistió en que este lugar, al que calificó como una “vidriera”, permitió dejar de lado la antigua imagen de la educación pública, sobre todo la técnica, que, recordó, históricamente se ubicaba en un viejo galpón o en una casa antigua. A esto se suma el prestigio de sus cursos y carreras y la calidad del servicio que se brinda.
. Mencionó como ejemplo de esto la reciente realización de una boda de dos ciudadanos europeos (alemanes) que eligieron el salón y el servicio de esta escuela para celebrar su unión