La escuela de tiempo completo N° 17, de Gregorio Aznárez, cuenta con nuevo comedor y cocina, galerías exteriores, techos de salones, canchas de deportes e invernáculo. La titular de Primaria, Irupé Buzzetti, aseguró que los 170 niños que asisten ganaron en seguridad y confort.

 

La directora de Educación Inicial y Primaria, Irupé Buzzetti, participó este jueves 24 de octubre en la inauguración de las obras de ampliación y mejoramiento de la escuela pública N° 17 de la localidad de Gregorio Aznárez, que trabaja en régimen de tiempo completo.

“Fue importante que la comunidad entendiera la importancia de que los alumnos permanezcan tiempo completo en la escuela. Ahora los padres nos agradecen que sus hijos tengan una propuesta de este tipo, donde cursan inglés personalizado y tienen maestros que son talleristas”, destacó Buzetti.

Explicó que, cuando se pensó en la escuela de tiempo completo en Gregorio Aznárez, se proyectó una cohesión con la UTU de localidad, para que los alumnos pudieran continuar sus estudios al egresar. Ello llevó a priorizar lo relacionado a las huertas, para facilitar que los alumnos prosigan con la formación agraria.

Las obras comenzaron en abril de 2018 y finalizaron los primeros días de mayo de 2019, lo que le implicó que el alumnado conviviera varios meses con el proceso de reforma. “Lo pudimos llevar adelante con tranquilidad y mucha seguridad”, dijo la directora Mónica Frachia.

Las obras incluyeron la recuperación del salón comedor y cocina, así como la construcción del pasillo de entrada y de galerías exteriores. Los salones también fueron readecuados y se construyó una cancha exterior de cemento para la práctica de distintos deportes.

En breve se colocará césped en la de fútbol, a la que también se le instalaron arcos. La escuela N° 17, tenía techos de cielorraso de madera del año 1941 (fecha en que se inauguró). “Desde esa época no se había hecho más nada, fueron muchos años sin ninguna reforma”, recordó la directora.

Al centro asisten 170 niños provenientes de Gregorio Aznárez y otras localidades comprendidas en un radio de 10 kilómetros, como Dos Puentes (límite entre Maldonado y Canelones), y Cerros Azules. La matrícula creció en el último año, ya que en 2018 era de 140 alumnos.

Alumnos de nivel 4 a 6° año asisten entre las 8.30 y las 16.00 horas. La propuesta incluye a niños que afrontan alguna discapacidad o dificultad de aprendizaje. En ese horario, además de lo curricular reciben desayuno, almuerzo y merienda, talleres de artes plásticas, teatro y música, inglés y educación física.

“La reforma nos cambió mucho lo vinculado a la alimentación. Antes comían en tres tandas, y la cocina quedaba a una distancia prudencial del comedor, lo que implicaba que las cocineras y auxiliares de servicio tuvieran que trasladarse con sus ollas”, valoró la directora Mónica Frachia.

Por otra parte, el centro educativo cuenta con un invernáculo donde los niños realizan tareas de huerta, actividad complementaria con los contenidos curriculares, a fin de acercar a los escolares a las tareas de campo y al cuidado del medio ambiente.

Esta experiencia, que es supervisada por estudiantes y docentes de la Escuela Agraria de UTU, fomenta la continuidad en esa área: la mitad de la generación de 6° año se preinscribió en la Escuela Agraria para continuar sus estudios de nivel medio.

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