Expertos en materia económica e inmobiliaria advirtieron que el flujo de turistas argentinos hacia Punta del Este se sostendrá, aunque en materia de inversiones inmobiliarias habrá que esperar aún dos años. Aseguraron que, el argentino que quiere colocar su dinero en el exterior, tiene a Uruguay en el primer lugar.
El cambio de gobierno en el vecino país, aunque flexibilizó el movimiento de divisas y produjo optimismo entre los empresarios argentinos, según operadores y economistas, no alcanza como para generar el suficiente impulso y lograr una corriente inversora de corto plazo hacia Uruguay.
Según el arquitecto, máster en finanzas y director de la firma inmobiliaria Compañía de Buenos Aires, Damián Tabakman, el incremento en la llegada de argentinos a Punta del Este durante la última temporada, no se reflejará en el sector inmobiliario que, podría reactivarse recién en 2018.
El experto, que expuso en un foro organizado por la Cámara de Comercio Francesa de Montevideo, titulado "Impacto y Perspectivas para el mercado inmobiliario uruguayo a partir del cambio de gobierno en Argentina", dijo que seguirán llegando muchos turistas a Punta del Este, “pero a la hora de invertir la lógica será diferente”.
“Hoy Punta del Este es caro respecto de Argentina y compradores no va a haber hasta que la economía no se tonifique. Ahora, cuando la economía vuelva a rebotar, Punta del Este es tremendamente atractivo para el argentino rico o devenido rico independientemente de si es barato o caro", agregó.
Entre otras apreciaciones del profesional, que reproduce éste sábado el matutino El País, aseguró que Punta del Este es "el destino preferido histórico de los argentinos y está en la primera línea de lo deseable y aspiracional", ya que cuando un argentino piensa en poner dinero afuera, elige primero Uruguay.
Empero advirtió que nuestro país “recién va a ver los frutos cuando a Argentina le vaya bien y eso no va a ser en el cortísimo plazo" sino recién "entre 2017 y 2018". El único factor que podría cambiar esto, aseguró, es la aparición de algún negocio que cuente con factores especialmente distintivos.
El País, también reproduce el análisis del operador inmobiliario Julio Villamide, quien coincidió en que no es esperable que inversores argentinos lleguen a Uruguay en el corto plazo para invertir en ladrillo, porque los clientes especulativos "desaparecieron por la depreciación de las monedas".
Aseguró que quedaron los inversores que son usuarios de los inmuebles adquiridos o quienes buscan renta. Para estos últimos, "los impactos positivos de corto plazo son neutralizados por la aparición de rendimientos financieros muy altos medidos en dólares" en el mundo.