Ignacio Otegui, presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCI), en un pormenorizado análisis de la situación del sector, dijo que 2014 va a cerrar con un nivel menor al de los últimos dos años, pero estimó que ya se llegó al piso mínimo, al menos en Maldonado.
El presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay, confirmó que 2014 cerrará con un nivel menor al de 2013, que a su vez fue inferior al del año 2012, cuando se registró el pico más alto y se ocuparon 74.000 plazas laborales en la construcción.
Ignacio Otegui, en un extenso análisis de la situación realizado en el periodístico Frecuencia Abierta de Aspen FM de Punta del Este, subrayó que este año “se consolida” una caída en los niveles de construcción, y una ocupación de entre 63.000 y 64.000 puestos.
Dijo sin embargo, que esto no debe alarmar, porque si se toman en cuenta las estadísticas de las últimas décadas, los niveles en el sector en los últimos años han sido por lejos los mejores en mucho tiempo, “no hay antecedentes de actividad tan intensa”.
El presidente de la CCU, señaló que luego de la construcción de los complejos industriales de Botnia y Montes del Plata, Maldonado sigue siendo la plaza “más fuerte”, y estimó que es difícil que los niveles de construcción sigan descendiendo.
Consideró que el desarrollo de distintos proyectos de viviendas de interés social, “amortiguaron el impacto”, así como lo hará la construcción del puente sobre Laguna Garzón -en el límite costero entre Maldonado y Rocha-, y del Centro de Convenciones de Punta del Este.
Ignacio Otegui, subrayó que hay tres grandes “motores” que mueven permanentemente el sector, y destacó en el área inmobiliaria, la inversión pública y también la privada, pasando por la construcción de carreteras y puentes, a la de torres y viviendas.
Dijo que los problemas que han surgido son multi-causales porque responden a diversos factores que no pasan solo por las medidas argentinas o las impositivas del gobierno uruguayo, sino por la conveniencia del inversor y la situación de los potenciales compradores.
Aseguró por otra parte, que no siempre se cuida al inversor. “Si queremos mantener una industria pujante, tenemos que respetar al inversor”, subrayó, porque “no hay forma de crecer si no se trae gente nueva”. En ese sentido dijo que hay que mantener las reglas muy claras.
Aludió al movimiento sindical, y a los permanentes pedidos de mejora salarial, lo que muchas veces no se puede contemplar porque no se pueden cambiar sobre la marcha los acuerdos alcanzados con los inversores, ya que se invierten las ecuaciones económicas.