En el mes de abril, al menos 170 trabajadores de Agroland fueron cesados. Mientras por un lado se informó que los despidos abarcaron a trabajadores zafrales, por otro se habló de una reestructura de la empresa del multimillonario argentino Alejandro Bulgheroni, que incluyó el cierre de algunas áreas y la detención de obras.

Al menos 170 trabajadores de Agroland fueron cesados en el mes de abril; entre ellos hubo muchos zafrales que, saben que ingresan hasta el final de las cosechas y luego deben buscar nuevo trabajo; muchos otros eran permanentes y se desempeñaban en distintas áreas.

El hecho no pasó desapercibido para muchas autoridades departamentales y nacionales, mientras, desde el sector trabajador prácticamente no se escuchó un solo reclamo. En Agroland no existe sindicato y cuando ha habido intentos por formalizarlo, no se ha podido.

Autoridades del Mtss consultadas sobre los despidos, dijeron que al no haber ninguna denuncia, la cartera no puede actuar. Ex trabajadores de la empresa, dijeron a MaldonadoNoticias que allí se trabaja en regla y que cuando se producen despidos “te pagan hasta el último peso”.

Los afectados son trabajadores de distintas zonas de los departamentos de Rocha y Maldonado. Las “liquidaciones” de todos se habría realizado en el marco de la ley, lo cual llevó a que no se efectuaran reclamos, ni ningún otro gremio del sector levantara su voz.

La versión dentro de los muros de la propia empresa, pero que la empresa no ha divulgado públicamente, es que se está realizando una “reorganización empresarial”, que ha incluido la paralización de algunas actividades como el sector de frutos secos y vivero.

También algunas obras se habrían detenido en el marco de la misma reorganización. Nadie ha salido a decir que la empresa esté atravesando por momentos de dificultad o que otras áreas de producción se puedan ver afectadas. Reina tranquilidad y nadie se queja.

Una potencia

Agroland es propiedad del millonario argentino Alejandro Bulgheroni (que tiene otros emprendimientos en Uruguay) y sentó raíces en una agreste zona cercana a pueblo Garzón. Allí cada día llegan cientos y cientos de trabajadores que son trasladados en ómnibus desde sus localidades de origen.

La empresa cuenta con 4.300 hectáreas y se ha hecho conocida en todo el país y en el exterior, por su producción de vinos y aceites de oliva de alta calidad. Cuenta además con cultivos y elaboración de otros frutos, desarrollos forestales y ganaderos, lo que la constituye al mismo tiempo en un gran centro turístico.