Tres hombres fueron condenados en juzgados de San Carlos y Maldonado por la autoría de distintos delitos, aunque solo uno fue enviado a prisión; otros dos cumplen diferentes medidas sustitutivas.
La Justicia condenó a César Tapia González, de 31 años y poseedor de varios antecedentes penales, a 12 meses de prisión efectiva imputado por la autoría de un delito de hurto especialmente agravado en calidad de autor.
Este sujeto, días atrás robó del interior de un coche estacionado en calle Manuel Oribe y avenida De los Gauchos, en el barrio Odizzio de la ciudad de Maldonado, una rueda, un gato hidráulico, chapas matrículas y herramientas.
Personal policial que fue alertado del hecho, detuvo en las inmediaciones a Tapia González quien llevaba consigo los efectos hurtados. Tras ser intervenido, fue trasladado a dependencias policiales y quedó a disposición Fiscal.
En campaña
Un joven de 19 años fue condenado a 4 meses de prisión en régimen de libertad vigilada, como autor de un delito de hurto, tras robar en una finca de Camino del Cerro Eguzquiza mediante el forzamiento de una ventana.
De acuerdo con lo denunciado por los propietarios de la finca, habían hurtado 12 chalecos salvavidas, una tabla de surf y una jarra eléctrica, entre otros efectos, y que no sería ajeno un ex empleado del lugar.
Con la debida autorización, la Policía de San Carlos allanó la finca del joven imputado, ubicada en la Ruta 39 vieja, donde se recuperaron 8 de los 13 chalecos salvavidas, 1 tabla de surf y 1 tabla de ski, 1 batería y 1 remo.
Por una moto
Finalmente, otro joven de 18 años fue formalizado por la comisión de un delito de receptación, tras haber sido detenido en la calle 18 de Julio de la ciudad de San Carlos, tripulando una moto marca Baccio robada en mayo en Piriápolis.
El proceso está suspendido, por lo cual el imputado fijó domicilio y deberá presentarse una vez por semana ante la dependencia policial más cercana al mismo durante 90 días, y guardar arresto domiciliario nocturno.
El joven fue observado a través de cámaras de video vigilancia llevando de tiro una moto que no podía encender. Al ser intervenido no pudo justificar la propiedad del vehículo que, había sido robado en el centro de la ciudad de Piriápolis.