Este viernes fue procesado con prisión, un individuo de 31 años de edad, que tres días atrás robaba una finca de la ciudad de Pan de Azúcar, cuando fue descubierto en el interior por una de las integrantes de la familia. Estuvo dos días prófugo pero se entregó a la Policía.
Diego González Serrón, de 31 años de edad, apodado el “Oreja”, es poseedor de múltiples antecedentes penales, y se encontraba en libertad y en pareja con una joven de la ciudad de Pan de Azúcar que está embarazada.
Tres días atrás, en compañía de otro delincuente de la ciudad que estaría identificado aunque faltan pruebas para incriminarlo, aprovechó la distracción de una familia que se encontraba en los fondos de la finca para forzar una persiana y una ventana.
En el interior, se hizo de la billetera del dueño de casa, que además de documentos personales y tarjetas de crédito contenía unos $ 30.000 entre pesos, dólares y tickets alimentación; al menos dos relojes de mujer y otros efectos.
Cuando González y su compinche aún estaban en el interior de la casa, fueron sorprendidos por la hija del matrimonio, que alcanzó a alertar sobre el robo en proceso, pero no evitarlo. Ambos huyeron con el botín en dirección desconocida.
El robo fue denunciado inmediatamente, por lo que personal de la Brigada de Hurtos de la seccional 3ª de Pan de Azúcar comenzó la búsqueda del “Oreja” que fue plenamente reconocido; acosado el delincuente finalmente se entregó dos días después.
Antes, había llamado por teléfono a la familia damnificada para negociar la devolución de la billetera con los documentos y un cheque por $ 3.000 -que no podía cobrar-, a cambio de que se levantara la denuncia, lo que no fue aceptado.
Acorralado decidió entregarse y esta jornada compareció ante la jueza penal de 10° turno que lo envió a la cárcel imputado por un delito de hurto agravado por la penetración domiciliaria. El sospechoso de ser su cómplice, fue detenido este viernes pero se negó a declarar.
Quedó en libertad aunque ahora se esperan informes técnicos sobre las huellas recogidas por Policía Científica en distintas partes de la casa robada; fundamentalmente en la persiana forzada y el ventanal que fue abierto por el dúo.