El hecho ocurrió el domingo último y terminó con la condena de un joven de 20 años a 4 meses de libertad vigilada; en otro caso, un muchacho de la misma edad fue remitido 14 meses a la cárcel por participar en el robo de un televisor de un chalet del barrio Pinares.
La Justicia Penal condenó a 4 meses de libertad vigilada a un joven de 20 años, imputado por dos delitos de hurto, uno de ellos especialmente agravado y un delito de daño, tras ser atrapado poco después de haber cometido un robo en una boutique del balneario José Ignacio.
El hecho ocurrió la mañana del domingo 2 de febrero, cuando una mujer denunció que del comercio ubicado en calles Los Cisnes y Los Horneros de dicho balneario, había salido huyendo un desconocido, tras lo cual comprobó que le habían llevado dinero en dólares y pesos uruguayos.
Tras el análisis de distintas cámaras de video vigilancia, se pudo establecer la identidad del ladrón por lo cual se informó a la Justicia que libró la orden de detención. Confirmado que reside en la zona de Santa Mónica o La Juanita se realizaron dos allanamientos pero sin éxito.
Acorralado y sabiéndose buscado, el joven se presentó voluntariamente en una dependencia policial, donde admitió haber sido el autor del robo y entregó las sumas de US$ 1.063 y $ 4.290. Según la denunciante, exactamente ese era el dinero que le había llevado.
Durante los 4 meses de pena, deberá residir en el domicilio que fijó como suyo y cumplir arresto domiciliario nocturno durante el primero; en tanto, debe presentarse una vez por semana ante la dependencia policial más cercana y tiene cierre de fronteras con retención de documentación personal.
En Pinares
A todo esto, otro joven de 20 años fue condenado a 14 meses de prisión efectiva como coautor de un delito de hurto especialmente agravado, tras haber participado en el robo de un televisor de 32” en un chalet del barrio Pinares de Maldonado el 23 de enero.
El dueño de la propiedad y denunciante, aportó a la Policía registros de cámaras propias de seguridad, donde los autores del hecho habían quedado nítidamente registrados y fueron identificados. Ambos quedaron requeridos, siendo atrapado el ahora condenado en el asentamiento Nueva Esperanza.