El caso involucra a una mujer que el año 2013 asesinó a golpes a su marido en Portezuelo, y a un sujeto poseedor de varios antecedentes, incluso por un robo cometido en la propia posada. La mujer realizó maniobras con tarjetas de crédito de varios clientes, y en otro caso suministró algún tipo de droga a otro para robarle miles de dólares en efectivo y cheques.

La denominada “Operación Jano”, se inició a partir de una denuncia radicada el miércoles 25 de marzo de este año contra Adriana De Lourdes Barca Irigaray, de 53 años, dueña de una posada en la zona de Chihuahua y recordada por haber sido autora de un asesinato en enero de 2013.

De acuerdo a lo denunciado por otra mujer contra la dueña de la posada "La Chihuahua", ésta habría realizado maniobras irregulares con su tarjeta de crédito, registrando transacciones de operaciones o gastos que no había realizado, lo que finalmente quedó probado en la investigación.

Fue en ese momento que se ataron cabos con un hecho muy extraño que había sido denunciado dos semanas antes, el 13 de marzo, por un hombre de 57 años que tras un almuerzo con Barca Irigaray, terminó internado y despojado de casi US$ 21.000, según había dicho.

Este hombre, denunció ante la Policía el faltante de US$ 20.000 en efectivo y otros US$ 700 en cheques, luego de haber compartido un almuerzo con la dueña de la posada "La Chihuahua". Aseguró que algo le había agregado al vino porque cuando despertó se encontraba internado en un centro asistencial.

Reunidos diferentes elementos probatorios, días atrás a instancias del Fiscal Letrado de 1er. Turno de Maldonado, Sebastián Robles, la Policía realizó dos allanamientos en los que detuvo a Adriana De Lourdes Barca Irigaray, y a su pareja, Yonathan Gularte Hernández.

Además, en coordinación con la Policía de Florida, se concretó otro allanamiento en aquella ciudad donde se incautó variada documentación que fue agregada a la prueba. Finalmente, la pareja fue llevada ante el Juez Penal de 4° Turno de Maldonado que le imputó la autoría de varios delitos.

Adriana De Lourdes Barca Irigaray, fue condenada a una pena combinada de 10 meses de prisión efectiva y otros 16 de libertad vigilada, como autora de un delito de hurto agravado, en reiteración real, con reiterados delitos de estafa, uno de ellos en grado de tentativa.

Cuando salga de prisión, durante los otros 16 meses tendrá que presentarse una vez por semana ante la dependencia policial más cercana a su casa, y los primeros 6, cumplir arresto domiciliario nocturno. Yonathan Gularte Hernández, fue condenado a 8 meses de prisión, como autor de un delito de receptación.

No son santos

La mujer ahora imputada por los delitos de hurto y estafa, aún es recordada cuando en el mes de enero del año 2013, mató a su marido a golpes con la culata de una escopeta, luego de una fuerte discusión por el volumen de un televisor, en la finca que habitaban en Portezuelo.

Adriana De Lourdes Barca permaneció varias horas en la casa con el cadáver de su esposo, antes de dar cuenta a la Policía que durante un copamiento lo habían matado a golpes a él, y que además a ella, la habían violado. La increíble historia solo pudo sostenerse algunas horas.

Desvanecidas sus mentiras ante la contundencia de las pruebas en su contra, el 27 de enero de aquel año fue procesada con prisión por un delito de homicidio especialmente agravado. Pero a mediados del año pasado fue dejada en libertad tras un fallo sin antecedentes.

El Ministerio Público había pedido 10 años de cárcel para esta mujer, pero su abogado apeló al amparo de la Ley N° 19.580 de Violencia hacia las mujeres basada en género; aceptada la validez de la retroactividad, ella fue eximida de la pena el 28 de mayo del año pasado.

Durante la visita anual de cárceles del año 2016, ya le habían otorgado la libertad, pero continuó procesada (por el viejo Código) aunque en virtud de que aún no había condena, debía presentarse periódicamente ante una dependencia policial.

En la investigación de aquel hecho ocurrido el 25 de enero de 2013, surgieron detalles de una relación muy turbulenta y en la que Adriana De Lourdes Barca era víctima de violencia doméstica por parte de su marido, al que a la postre mató a golpes en la cabeza.

En el caso de Yonathan Gularte Hernández, se trata de un sujeto con múltiples antecedentes que incluso había robado en una posada de la misma zona costera, por lo que fue denunciado el 1° de marzo de 2018, y terminó condenado a 12 meses de libertad vigilada, como autor de dos delitos.

La Justicia le imputó violencia privada en reiteración real y hurto. Fue denunciado por el robo de US$ 3.000, una bomba de agua y herramientas varias, así como una cadena de oro con el dije de una virgen. El sujeto había trabajado en ese lugar pero tras una serie de altercados fue cesado.

Pero el 27 de diciembre del mismo año, fue condenado a 7 meses de prisión efectiva, como autor de un delito de desacato agravado, tras ser denunciado por su expareja que había decidido terminar la relación definitivamente, y por lo que debía retirarse obligatoriamente de la casa.

Un Juez de Familia de Maldonado, había dispuesto que Gularte retirara todas sus pertenencias de la casa de la mujer, quedando impedido de acercarse a menos de 500 metros o comunicarse con ella por 180 días. Pero un día ella llegó y lo encontró durmiendo en el living.

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