Un joven de 27 años a media docena de personas en muy pocos días, adquiriendo teléfonos celulares de alta gama que luego no pagaba. En medio, al hacerse de un aparato inmediatamente lo vendió, pero su comprador no pudo usarlo porque al estar denunciado, fue bloqueado.
El jueves 25 de febrero, una llamada telefónica a la Policía, daba cuenta del arresto ciudadano de un sujeto que aparentemente había cometido una estafa en perjuicio de esa misma persona, que lo buscó hasta que lo encontró en calle Ruben Lena, en balneario El Tesoro.
Cuando la Policía llegó al lugar, recogió el contundente testimonio de quien había atrapado a A.H.B., de 27 años. El hombre aseguró que le había vendido un teléfono celular de alta gama que nunca le pagó, y que probablemente había realizado otras maniobras similares en perjuicio de más personas.
Trasladado a dependencias policiales y tras ser indagado, se confirmó que A.H.B. había cometido nada menos que 6 estafas de las mismas características, por lo cual fue llevado ante el Juez Penal de 4° Turno, que lo condenó a 10 meses de prisión efectiva y a otros 10 de libertad a prueba.
Fue imputado como autor de un delito de falsificación de documento privado y seis delitos de estafa, en régimen de reiteración real. Todas las maniobras las había realizado en forma vertiginosa, y las víctimas fueron vendedores o compradores de teléfonos o computadoras, y la dueña de un apartamento.
El lunes 17 de febrero, un hombre le vendió a A.H.B. un iPhone 7 que debería abonárselo mediante una transferencia bancaria que nunca hizo. El domingo 21, otro hombre le vendió a este joven una notebook, la que le abonaría mediante una transferencia bancaria que tampoco efectuó.
Tres días después, otro hombre denunció que le compró a A.H.B. un iPhone 7, el que fue bloqueado al día siguiente; era el aparato del primer estafado. El mismo 24, otro hombre le vendió un teléfono similar al estafador, quien no concretó el pago de la manera que se había comprometido.
También el 24, una mujer denunció haber sido estafada por A.H.B. tras alquilarle un apartamento. El delincuente le entregó $ 3.500 y el resto del importe acordado lo realizaría mediante una transferencia bancaria que no concretó. Al día siguiente, otra mujer le vendió un Samsung Note 9 que tampoco le pagó.
De acuerdo a lo investigado por la Policía, el joven estafador en todos los casos le enviaba a sus víctimas comprobantes de las transferencias bancarias que eran falsos. Eso le permitiría tomar algunos días de ventaja para desaparecer antes que las víctimas se percataran de las maniobras.