Tienen 19 y 18 años, y uno de ellos ya había adquirido un coche, muebles y otros artículos para mejorar su casa, a la que además dotó de un sistema exterior de cámaras. El caso no está cerrado y la Policía continúa trabajando ante la sospecha de que pueda haber otro involucrado como autor intelectual del asalto.

El minucioso trabajo realizado por investigadores de la Zona Operacional 2 de la Policía, conjuntamente con el análisis de registros de cámaras de video vigilancia, pudo determinar la identidad de los posibles responsables del hecho, que, como se sospechó desde un comienzo, eran al menos dos.

En ese contexto, la Justicia emitió dos órdenes de allanamiento; una para una finca de calles Cerro San Antonio y Sierra de Las Cañas, en el barrio Cerro Pelado de Maldonado, donde se domicilia Ángel Jesús Sassano Acosta, un joven de 19 años poseedor de un antecedente del año pasado.

Durante el allanamiento se incautaron teléfonos celulares, dinero en efectivo de varios países (dólares, euros, reales y pesos), un revolver calibre 38 con 6 proyectiles, así como una serie de muebles y efectos recientemente adquiridos (artefactos de baño, un somier, muebles, entre otras cosas).

Ángel Jesús Sassano Acosta, además, recientemente se había comprado un automóvil e instaló un moderno sistema de cámaras en el exterior de su casa; la Policía también incautó un DVR, el equipo que registra precisamente todos los contenidos de esos sistemas de video vigilancia.

Posteriormente, fue allanada otra finca sita en calles 15 y 7 del barrio Maldonado Nuevo, donde se detuvo a B.Q.M., de 18 años, carente de antecedentes pero con varias anotaciones como menor, y se incautó una campera naranja, cascos y otros efectos que coincidían con lo que llevaba uno de los rapiñeros.

Ambos, tras ser indagados, comparecieron ante Ana María Guzmán, titular del Juzgado Penal de 11° Turno de Maldonado, quien dispuso como medida cautelar la prisión preventiva de Sassano, por 120 días, y el arresto domiciliario total por el mismo tiempo de B.Q.M.

Aún se debe determinar cuál de los dos fue el que ingresó al local, ya que al retirarse el que lo hizo se llevó consigo el DVR del circuito de vigilancia; pero además, se estima que puede haber un tercer involucrado, que sería el autor intelectual del atraco, por algunos elementos que se manejan.

El asalto

El asalto ocurrió poco antes de la hora 8.00 del lunes 7 de junio, cuando un solitario individuo sorprendió al primer empleado que había ingresado al local de RedPagos, ubicado sobre calle del Portezuelo casi Rosa de los Vientos, al que amenazó con una botella de nafta si no abría la puerta blindada.

Como el empleado se negaba a abrir la puerta blindada de metal, el atracador esparció combustible encima del mostrador y los vidrios, y lo encendió, con lo que logró que le franqueara el paso hacia la caja fuerte que minutos antes había sido abierta. Allí había moneda nacional y extranjera.

Se estima que el delincuente se hizo de aproximadamente $ 1.5 millones, además de que, antes de salir provocó daños en equipos que guardan registros de las cámaras de seguridad y se llevó el DVR, con lo que logró eliminar una serie de elementos probatorios de todo lo ocurrido.

Por un auto

Ángel Jesús Sassano Acosta, registra un antecedente de diciembre del año pasado, cuando el sábado 5, junto a otro individuo, robó un automóvil Chevrolet Corsa que estaba abierto y con la llave de arranque puesta, en el estacionamiento de un edificio de la rambla Claudio Williman de Punta del Este.

Radiados los datos del vehículo robado y mientras se comenzaban a analizar registros de distintas cámaras públicas de video vigilancia, la dotación de un móvil policial ubicó en calle Héctor Scarone, en barrio Las Cooperativas, a un vehículo como el que se estaba buscando.

Ante la proximidad de la Policía, el conductor del coche -que resultó ser el Chevrolet Corsa robado en la península-, comenzó a realizar maniobras peligrosas y a alta velocidad, hasta que logró ser intervenido. Identificados los ocupantes, eran Sassano Acosta y D.D.D.

Ángel Jesús Sassano Acosta, como en ese momento carecía de antecedentes, fue condenado a una pena mixta de 4 meses de prisión efectiva y otros 12 de libertad a prueba, imputado por un delito de hurto agravado, un delito de receptación y un delito de violación de domicilio, todos en reiteración.