El hecho ocurrió el jueves 30 de diciembre en un edificio de cuatro pisos del mencionado balneario, al Sur de Piriápolis, y terminó con el frustrado ladrón con una serie de lesiones y su posterior formalización como presunto autor de un delito de hurto especialmente agravado, en grado de tentativa.

En horas de la mañana del jueves 30 de diciembre, la Policía fue alertada a través de un llamado al teléfono de emergencias 911, sobre la presencia de un desconocido escalando los balcones de un edificio de cuatro pisos de balneario San Francisco, mientras otro individuo lo esperaba abajo.

Sin embargo, cuando la Policía llegó al lugar encontró a quien identificó como J.J.P.R., de 38 años, caído en el jardín, y junto a él, una mochila con guantes, una uña de hierro, y un martillo entre otros efectos, todo lo que fue incautado y sirvió como elementos probatorios de las intenciones del sujeto.

Al lugar fue enviada una unidad de emergencia médica móvil que asistió al frustrado ladrón que sufrió una serie de lesiones, ya que se había precipitado al vacío desde una altura aproximada a los 20 metros. J.J.P.R. fue trasladado al hospital Elbio Rivero de Maldonado.

El propietario de un apartamento del citado edificio, constató un gran desorden en el interior pero no el faltante de efectos o valores. Eso indica que el ladrón ingresó pero sospechando que lo habían visto -como efectivamente ocurrió-, intentó retirarse rápidamente; su compinche desapareció del lugar.

La Fiscal de 4° Turno que asumió el caso, dispuso el cese de detención de J.J.P.R. aunque no podía ser dado de alta del hospital sin avisar previamente a la Policía. Sin embargo, permaneció internado solo hasta el martes 4 ya que rompió el vidrio de una ventana y se escapó.

Ese mismo día, Fiscalía libró la orden de detención del individuo, quien antes de ser atrapado, se presentó voluntariamente en dependencias policiales donde quedó detenido hasta comparecer en el Juzgado Penal de 11° Turno y ser formalizado por una tentativa de hurto agravado.

Durante 90 días, J.J.P.R. portará tobillera electrónica, estará bajo arresto domiciliario total salvo para cuando deba concurrir al médico (lo que deberá ser debidamente acreditado), y además, tiene cierre de fronteras y retención de la documentación personal.