El hecho ocurrió la mañana del domingo último, cuando un desconocido amenazó al responsable del comercio con tener un arma de fuego entre sus ropas, y le exigió que le entregara el dinero que tuviera en la caja.
En horas de la mañana del domingo 16 de enero, la Policía de San Carlos fue alertada sobre una rapiña cometida en un almacén de calle Rincón, al que ingresó un desconocido amenazando con portar un arma de fuego entre sus ropas si no le entregaban dinero.
De acuerdo a lo narrado por la víctima, ante la amenaza le entregó $ 1.000 al sujeto que inmediatamente huyó del lugar. Mediante el análisis de registros de cámaras de video vigilancia, se pudo identificar a Ignacio Alejandro Legorburu Barreto, un joven de 20 años como el presunto responsable del hecho.
Horas después, Legorburu se presentó voluntariamente en dependencias policiales desde donde se informó a la Fiscalía de 2° Turno de San Carlos, que, dispuso, entre otras diligencias, la conducción del joven a la sede Penal de 1° Turno donde terminó formalizado.
Ahora, está imputado por la presunta autoría de un delito de rapiña, por lo cual, y en tanto avanza la investigación para probar fehacientemente o descartar que haya cometido el atraco en el mencionado almacén, estará en prisión preventiva por el término de 90 días.
Tiene un homicidio
Ignacio Alejandro Legorburu Barreto, el 9 de enero del año pasado había sido imputado por la presunta autoría de un delito de homicidio culpable, en reiteración real, con otro delito de omisión de asistencia, tras haber atropellado con una moto a un septuagenario que perdió la vida.
El embestimiento que desembocó en el fallecimiento de Wilfredo Santa Cruz Alonso Meneses, de 75 años, ocurrió la noche del 19 de diciembre de 2020, cuando el septuagenario circulaba por calle 25 de Agosto y al llegar a la esquina con avenida Rocha fue atropellado por un motociclista.
Se supo que era una moto marca Winner y que era conducida por un joven que se dio a la fuga del lugar y no pudo ser ubicado. La víctima del atropellamiento fue asistida en el lugar por paramédicos y trasladado en grave estado al hospital Alvariza donde dejó de existir el 29 de diciembre.
Desde el momento del siniestro la Policía trabajó minuciosamente para localizar al conductor de la moto, y entre otras cosas se analizaron registros de distintas cámaras de video vigilancia, que permitieron identificar las características del bi rodado y de su conductor.
Días después, investigadores descubrieron la moto en el predio de una casa ubicada en calle 2 casi 4. Allí atendió una mujer que confirmó que el vehículo era suyo agregando que días antes se lo había prestado a un conocido que se la devolvió con algunos plásticos rotos.
Identificó a Ignacio Alejandro Legorburu Barreto como la persona a quien le había prestado la moto, y aseguró que en ningún momento el joven le dijo lo que había ocurrido; admitió que tampoco sospechó que las roturas que tenía su moto habían sido producto de un hecho tan grave.