El caso, por ahora cerrado con la condena del joven de 23 años que intentó descartarse del objeto en una calle del barrio Maldonado Nuevo, generó muchas interrogantes que aún no tienen respuesta.
En horas de la noche del viernes 13 de mayo, mientras personal de la Guardia Republicana se encontraba realizando patrullaje por calle Libertad, en el barrio Madonado Nuevo de la capital departamental, intervino a un joven que al verlos, se había descartado de un objeto.
Al identificarlo, se trataba de Alejando Emanuel Méndez Monzón, de 23 años; el objeto del que se había descartado era una bomba molotov, por lo que quedó inmediatamente detenido, pasando a disposición de la fiscalía de 3er. turno que luego dispuso su comparecencia ante la Justicia.
En la sede penal de 4° turno, Alejandro Emanuel Monzón fue condenado a 9 meses de prisión efectiva, imputado como autor de un delito de porte y tenencia no autorizada de explosivo, con un delito de tráfico interno, fabricación ilegal de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados.
Por el momento no se pudo establecer cual era el objetivo del explosivo de fabricación casera. El joven imputado, contaba con otros cuatro antecedentes penales desde el año 2018, imputado por delitos de hurto agravado, tentativa de hurto y receptación.
Incendiario
La pasada semana la Policía fue alertada sobre la presencia de un individuo que estaba prendiendo fuego contenedores de residuos instalados en la zona de avenidas Martiniano Chiossi y Roosevelt, en Maldonado, hacia donde ya había concurrido una dotación de Bomberos.
Los policías que concurrieron inmediatamente, ubicaron a M.F.F.G., de 27 años, quien fue señalado como responsable del hecho vandálico. Fue trasladado a dependencias policiales quedando a disposición de la Fiscalía de 2° turno que ordenó una serie de acciones.
Mientras un representante de la empresa encargada de la recolección domiciliaria de residuos radicó la denuncia escrita, desde la Fiscalía actuante se ordenó una pericia psiquiátrica para M.F.F.G., antes de que compareciera en el juzgado penal de 11° turno de Maldonado.
Allí, el individuo resultó formalizado por la presunta autoría de un delito de daño agravado, habiéndose dispuesto como medida cautelar, su arresto domiciliario total por el término de 90 días, en tanto se completa la investigación encargada por la Fiscalía actuante.
A los tiros
Días atrás en horas de la madrugada, vecinos denunciaron ante la Policía de San Carlos, haber escuchado varias detonaciones de un arma de fuego en un complejo de apartamentos de la zona Sur de la ciudad, ubicado sobre calle Laureles, en el barrio Maurente.
Al lugar fueron rápidamente efectivos del grupo PADO que implementaron un operativo en el cuál fue detenido Sergio José Muniz Suárez, de 31 años y apodado “Bebe”, quien se descartó de un revólver calibre 38 antes de intentar escapar de la zona tripulando una moto.
Policía Científica realizó los relevamientos correspondientes, tanto del arma incautada como del birrodado y de los daños ocasionados al móvil del PADO ya que en todo momento Muníz Suárez se resistió a ser detenido. Finalmente fue trasladado a dependencias policiales.
El caso quedó a cargo de la Fiscalía de 2° turno, que dispuso la comparecencia de Muniz en el juzgado penal de 2° turno, donde fue condenado a 8 meses de prisión, como autor de un delito de porte de arma de fuego no autorizado en lugares públicos, y un delito de porte de arma por reincidente.
Este sujeto, había sido condenado el 24 de abril de 2018 por la jueza Andrea Caamaño, a 6 años de penitenciaría, imputado como autor de un delito de porte de arma por reincidente, con un delito de homicidio en calidad de coautor. Queda claro que como máximo estuvo 4 años en prisión.
“Bebe” Muniz Suárez, había sido buscado intensamente por la Policía en distintos puntos de la ciudad de San Carlos tras un crimen ocurrido en el barrio Rodríguez Barrios, hasta que fue atrapado en calle Tomás Berreta y avenida Rocha por efectivos de Investigaciones de Zona 3.
Durante la investigación, este delincuente había sido ubicado en la escena del crimen; permaneció en la puerta de la casa de la víctima, portando un arma de fuego. Este escenario, confirmó que un trío de delincuentes, entre los que estaba “Bebe”, fue con intenciones claras de matar a una persona.