Fue el resultado final de una operación policial desarrollada este jueves 23 de junio por parte de la Brigada Departamental Antidrogas (BDA) de Maldonado, en una finca que estaba siendo vigilada desde hace algunos meses y que por disposición judicial terminó siendo tapiada.
Como lo informó MaldonadoNoticias, a media mañana del jueves último, personal de la BDA de la Policía de Maldonado, con apoyo de efectivos de otras reparticiones, allanó una casa de un complejo ubicado en calle Andrés Spickermen entre Miguel Martínez y José Leguizamón.
Fue el desenlace de una extensa investigación, de la que surgió que allí funcionaba una boca de venta de estupefacientes. El procedimiento fue coordinado por la Fiscalía de 4° turno de Maldonado, a cargo de la doctora Ana Laura Roses y concluyó con dos condenas y la casa tapiada.
Durante la “Operación Higuera”, se detuvo a Carlos Darío Cabral Olivera, de 27 años, y a Christian Adrián Navarrete Silveiro, de 25, ambos con antecedentes por delitos vinculados a las drogas. En la boca, solo se incautaron 3,95 gramos de cogollo de cannabis y 2 balanzas de precisión, entre otras cosas.
En horas de la tarde del mismo jueves, en el juzgado penal de 4° turno se dispuso la condena de Carlos Darío Cabral Olivera, y de Christian Adrián Navarrete Silveiro, como autores de un delito de negociación de sustancias estupefacientes prohibidas, en la modalidad prevista por el Artículo 31 de la Ley N° 14.294.
El primero deberá cumplir una pena de 2 años y medio de penitenciaría, y el segundo de 2 años y 10 meses. Ambos son amigos desde hace muchos años y no es la primera vez que caen en manos de la Policía por este tipo de delitos. En el caso de Navarrete, hace muy poco salió de prisión.
Siempre en lo mismo
Carlos Darío Cabral Olivera, había caído por similares actividades el jueves 3 de diciembre del año 2020, en el marco de la “Operación Ktulu” desarrollada también por la BDA de Maldonado, en la que estaban vinculados otros tres miembros de la familia de Christian Adrián Navarrete.
El procedimiento fue en una finca de calles Alberto Caracara y José Bivar, y terminó con una mujer de 64 años y uno de sus hijos de 21, en la cárcel como autores de un delito continuado de suministro de sustancias estupefacientes. En tanto, otra hija de la mujer y Carlos Darío Cabral fueron imputados por otro delito.
Ambos fueron imputados por asistencia a los agentes en la actividad delictiva, aunque se presumía que realizaban actividades exactamente iguales a las de los otros imputados. La Justicia les aplicó una pena mixta de 8 meses de prisión efectiva y otros 6 en régimen de libertad a prueba.
Durante el allanamiento, se incautó marihuana y pasta base, una balanza de precisión, teléfonos celulares, un bolso con dinero en efectivo y otra bolsa con monedas. El procedimiento, estuvo directamente vinculado a la “Operación Obidios”, concretada el miércoles 21 de octubre de aquel mismo año.
Por su parte Christian Adrián Navarrete Silveiro, registra su último antecedente del 7 de marzo del año pasado, cuando la Justicia le imputó la autoría de un delito continuado de violencia doméstica agravado, con un delito de lesiones personales, con un delito de desacato (incumplió medidas anteriores).
La pena fue de 14 meses de prisión por lo cual hace muy poco tiempo recuperó la libertad. Una joven mujer (su expareja), lo había denunciado el jueves 18 de febrero por agresiones físicas y amenazas, a pesar de que ya había medidas cautelares que entre otras cosas le impedían el acercamiento.
Anteriormente, estuvo en prisión desde el 12 de agosto de 2018 cuando la Policía, en el marco de la investigación por un homicidio ocurrido dos días antes en una boca de venta de drogas, lo detuvo junto a otro hermano. El hecho de sangre ocurrió en la finca de calles José Bivar y Alberto Caracara.
Por orden de la Fiscalía actuante, en el lugar actuó Policía Científica, que incautó una balanza de precisión, un desmorrugador, un bollón con una cantidad no precisada de cannabis, 3 armas de fuego y municiones de varios calibres, así como una máscara de plástico y dos teléfonos celulares.
El Juez Penal de 4° Turno, condenó a Christian Adrián Navarrete Silveiro, como autor de un delito continuado de suministro de sustancias estupefacientes prohibidas, a la pena de 16 meses de prisión, 8 de los cuales cumplió en forma efectiva y otros 8 en régimen de libertad vigilada.