Se trata de un delincuente que vive en la zona, que esta vez fue detenido por la Policía poco después de haberse hecho de distintas herramientas manuales del galpón de una propiedad del lugar junto a otro individuo.

 

El martes 26 la Policía fue alertada sobre la presencia de dos personas extrañas en una casa ubicada en calle 26 (El Pretal) y Ruta 10, en el balneario Buenos Aires, las que habían sido vistas saliendo con una serie de efectos que sin margen de error, habían robado.

Personal de la URPM de Zona 2 que acudió al lugar, interceptó a Mauro Sebastián Nieves Raggiotto, de 38 años, y a R.V.P.M., de 34, llevando herramientas manuales varias y una garrafa de supergas de 13 kilos, por lo que fueron derivados a dependencias policiales para ser indagados.

En tanto, una mujer de la propiedad robada se presentó a radicar la denuncia correspondiente, reconociendo los efectos incautados como suyos, y agregando que los ladrones habían roto un candado y la puerta de un galpón donde se encontraban las herramientas.

Tras la intervención de la fiscalía de 2° turno de San Carlos, Nieves Raggiotto -delincuente afincado en la zona de balneario Buenos Aires-, y su compinche, comparecieron en el juzgado penal de 1er. turno donde los fueron condenados por un delito de hurto en grado de tentativa.

Mauro Sebastián Nieves fue remitido a la cárcel por 5 meses, en tanto R.V.P.M. deberá cumplir una pena de 4 meses de libertad a prueba, que incluye presentación ante la Policía una vez a la semana y prestación de servicios comunitarios cuatro horas semanales.

Nieves Raggiotto, registraba un antecedente del 25 de julio del año 2018, cuando lo enviaran a la cárcel por un delito de receptación, aunque en los hechos, había admitido haber sido el autor del robo de una caja con bebidas alcohólicas, del interior de una finca del balneario Buenos Aires.

Había sido detenido por la Policía en ese mismo balneario, poco después de haber ingresado a una finca de calle La Carona, de la que robó una caja conteniendo varias botellas de whisky, que tuvo que dejar abandonada cuando comenzó a sonar la alarma de la propiedad.

Lo llamativo del fallo judicial, fue que el delincuente cuando fue detenido luego de tirar la caja conteniendo una botella vacía y salir disparando, admitió que había ingresado a una casa de la que sacó una serie de botellas que dejó abandonadas en el patio para volver más tarde a buscarlas.

La Policía se movilizó hacia el lugar tras el llamado de una empresa de seguridad, dando cuenta que se había activado la alarma de la finca de un cliente, donde habían roto el vidrio de una puerta lateral y abierto una ventana. En el patio, el ladrón dejó tiradas varias botellas de bebidas alcohólicas.

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