El hecho ocurrió la madrugada del lunes 3 de enero de este año, cuando el conductor de una camioneta, recogió a una adolescente de 17 años en la zona de El Placer haciéndose pasar por un servicio de Uber. Dos días después, el responsable fue ubicado y detenido en la capital del país, aunque en principio solo le aplicaron medidas limitativas por 3 meses.

El martes 29 de noviembre, se realizó la audiencia en el juzgado penal de 11° turno, en la que resultó condenado R.A.C., de 39 años, como autor de un delito de privación de libertad y un delito de violencia privada en régimen de reiteración real, y penado con 8 meses de libertad a prueba.

Se trata del conductor de una camioneta que, la madrugada del 3 de enero de este año, en avenida Aparicio Saravia, frente a la carpa “Open Park” donde se desarrollaban eventos para jóvenes, se hizo pasar por una unidad de Uber y subió a una adolescente que había asistido con un grupo de amigos.

Según narró la chica de 17 años ante la Policía, sus amigos se habían ido de la fiesta por distintos medios y ella le escribió a su hermana por WhatsApp para que desde su casa solicitara un servicio de Uber, quien a los pocos minutos le respondió que no había ninguno disponible.

La denunciante no habría visto el mensaje de su hermana y coincidentemente se detuvo junto a ella una camioneta Hyunday H1, de color blanco, a la que ascendió percatándose luego de algunas cuadras que el recorrido no era el acordado por lo cual se asustó y le envió un mensaje a un amigo.

Aseguró que el conductor le quiso tocar una pierna y que en la puerta izquierda cargaba un arma tipo pistola que, posteriormente se comprobó era de aire comprimido. Según su relato, el hombre le arrebató el teléfono y le dijo que se quedara quieta porque la mataba, lo que provocó su reacción.

Tras un forcejeo logró bajarse del vehículo. Un hombre que circulaba en una moto se detuvo a prestarle ayuda, en tanto detrás llegó un taxímetro que la condujo hasta su domicilio, desde donde posteriormente con su familia decidieron radicar la denuncia en la seccional 10ª de Punta del Este.

En base a todos esos datos, investigadores de la Zona Operacional 2 iniciaron el complejo trabajo de intentar ubicar antes que nada el vehículo, para lo que trabajaron intensamente con el personal de Analítica del sistema público de video vigilancia hasta que pudieron identificar la camioneta.

El estudio retrospectivo de distintos registros, confirmó la presencia de la camioneta en el lugar del hecho. Pero además, a lo obtenido de cámaras de Maldonado, se sumó lo de los dos peajes situados sobre Ruta Interbalnearia, por los que había pasado la Hyundai hacia Montevideo.

Con esa información, la Fiscal de 4° Turno de Maldonado, Ana Carolina Dean, dispuso su requisitoria así como la identificación de su propietario y de él o los ocupantes la madrugada y mañana del 3 de enero. La camioneta fue ubicada en rambla República de México, en la capital.

Cotejados todos los datos, se identificó a su conductor y único ocupante, que resultó ser R.A.C.; y a su vez, se ubicó dentro de la camioneta el arma que vio la adolescente. Tanto las características físicas del hombre como el dato del arma, eran coincidentes con lo denunciado.

Mientras a R.A.C. le incautaron la pistola y su teléfono celular, quedó en libertad pero citado con asistencia letrada para el jueves 6 de enero en la fiscalía de 1er. turno de Maldonado, a cargo de Sebastián Robles, tras lo cual fue conducido a la sede penal de 11° turno.

Durante la audiencia le impusieron medidas “limitativas”. Si bien no fue formalizado, debió fijar domicilio, quedó impedido de salir del país por lo que se le retuvieron cédula de identidad y pasaporte, así como comunicarse con la adolescente, acercarse a ella o a su domicilio.

Ahora condenado, durante 8 meses R.A.C. deberá presentarse una vez por semana ante la Policía, cumplir dos horas de tareas comunitarias por semana, y no podrá acercarse a menos de 100 metros a la víctima. Los primeros dos meses, deberá cumplir arresto domiciliario nocturno.