El procedimiento se realizó días atrás a partir de una llamada dando cuenta de ruidos extraños en un terreno de la zona céntrica de la ciudad. Allí se produjo el hallazgo y la detención del adolescente.

 

Una intervención policial, en forma casual, terminó con el hallazgo de drogas y otros elementos utilizados para fraccionar y preparar las dosis, en un terreno baldío de la ciudad de San Carlos, ubicado en calles Carlos Cal y Rincón, en el barrio centro. Una llamada al 911 alertó sobre ruidos extraños en el lugar.

Cuando llegó una dotación del grupo PADO a la dirección indicada, fue intervenido un adolescente de 17 años que trató de huir del lugar. El terreno fue inspeccionado minuciosamente, encontrándose enterradas tres bolsas negras con cuerdas que salían hacia la superficie.

Todo estaba cubierto con tierra y pasto; además había una pala por lo cual el movimiento había sido reciente y coincidía con lo denunciado telefónicamente. Al desenterrar las bolsas, contenían 320,6 gramos de clorhidrato de cocaína fraccionadas en 606 dosis envueltas en papel.

Además, otras 64 dosis en envoltorios de nylon, 3 envoltorios más grandes con unas pequeñas piedras, un recipiente plástico con sustancia sólida (no se especificó que contenía), 191 gramos de marihuana prensada, una balanza y otros utensilios para la preparación de las dosis.

También se hallaron dos armas de fuego, uno calibre 22 y otro calibre 32, además de 15 proyectiles, un pasamontañas y la suma de $ 2.314. Enterada la fiscalía de 2° turno de San Carlos, ordenó una serie de actuaciones y la conducción del adolescente ante la justicia letrada.

En la sede penal de 2° turno, el adolescente fue declarado responsable -como autor inimputable-, de una infracción grave tipificada como un delito de asistencia al narcotráfico, imponiéndole como medida socio educativa privativa de su libertad, la internación en dependencias de Inisa por 6 meses.

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