Al tiempo que se conocieron detalles del accionar del grupo de delincuentes, que por ahora no se ha podido establecer que se trate de una banda organizada sino de individuos -sin antecedentes- que a partir de datos “tentadores” decidieron dar un golpe cargado de errores, en las últimas horas otros dos sujetos que estaban requeridos, fueron atrapados y sometidos a la Justicia.

Tras la formalización de 4 de los protagonistas del copamiento y robo perpetrado en “La Maison” en las primeras horas del miércoles 22 de febrero, los investigadores lograron la detención de otros dos sujetos que estaban plenamente identificados y requeridos y se convirtieron en los primeros condenados.

Fueron detenidos el mismo viernes y este sábado comparecieron ante el juez penal de 4° turno que, en proceso abreviado los condenó como autores de un delito de tráfico de armas y municiones. Se trata de M.M.B.G., de 30 años, y y Ch.S.F.C, de 26, quienes quedaron a cargo del arsenal apenas cometido el asalto.

A los dos, se les aplicó una pena de 12 meses de libertad vigilada, que incluirán 4 meses de arresto domiciliario total y otros 8 de arresto domiciliario nocturno. Durante la indagatoria no se probó ningún otro tipo de participación de estos sujetos que solo quedaron encargados de “fondear” las armas.

El viernes, se había dispuesto la formalización de H.M.M.B., de 23 años, y de D.N.R.C., de 42, como presuntos autores de un delito de copamiento, y tenencia y porte ilegal de armas de fuego en lugares públicos, todo en régimen de reiteración real entre sí. Cumplen prisión preventiva por 180 días.

También fueron formalizados M.d.C.M., de 29 años, como presunto autor de un delito de encubrimiento, y E.F.G.d.R., de 28, como coautor de un delito de copamiento. Para ambos, también se dispuso como medida preventiva, su remisión a la cárcel por 180 días en tanto se completa la investigación.

Muchos errores

De “La Maison” cuatro integrantes de la banda se marcharon en una camioneta Chevrolet Tracker y en el VW Gol en el que habían llegado, pero hacia Maldonado. Se llevaron teléfonos celulares, gran cantidad de munición de distinto calibre y un total de 20 armas, varias de alto poder de fuego.

El arsenal estaba compuesto por: diez pistolas (marcas Berreta, Luvo CZ, Colt, Canik, Glock, SugSauer, y Bersa entre otras); cinco rifles (marcas Mossberg y Steyr); una escopeta (marca Doruk); dos sub ametralladoras (marcas Sti y Uzi); un fusil (marca Norico); y un revólver (marca Taurus).

En Maldonado, la banda llegó al barrio B9 donde se sumó un quinto integrante de la banda. Coordinaron los siguientes pasos y salieron en la camioneta Chevrolet y en otro VW Gol en dirección a Rocha, pero separados: un vehículo lo hizo por Ruta 9 y el otro por Ruta 10, aunque antes de salir del departamento se juntaron.

Todo el botín fue dejado en la casa de un amigo de M.d.C.M. en el balneario Buenos Aires, quien a su vez, ante el impacto público que había adquirido la noticia del copamiento, se asustó y decidió entregarle todo el botín que “quemaba”, a otro conocido del mismo balneario.

Cuando ya se había iniciado la investigación y comenzaban a encajarse piezas que se iban obteniendo de cámaras de video vigilancia, tanto públicas como privadas, obteniéndose información clave, sobre la hora 11.00 del mismo miércoles se confirmó el hallazgo de la camioneta Chevrolet Tracker.

El vehículo había sido incendiado a la altura del kilómetro 218 de Ruta 10, en la zona de Las Garzas, en el departamento de Rocha. En los restos de la camioneta no se pudo encontrar nada, por lo cual era evidente que las armas habían sido trasbordadas o dejadas antes en algún lugar.

A esa altura, ya se buscaba al dueño de un Volkswagen Gol que llamaba la atención por algunas luces y que había sido visto delante de la camioneta Chevrolet luego de consumado el copamiento. Con apoyo de analistas del CCU, se llegó a una finca de calle Bahía Blanca, en barrio Leonel de Maldonado.

Allí fue encontrado el Gol y detenido su dueño, D.N.R.C. quien se transformaría en el primer sospechoso de haber participado en el copamiento. Al día siguiente fue detenido H.M.M.B., cuando viéndose acorralado optó por presentarse en forma voluntaria en dependencias policiales.

Este último era el guardia de seguridad que también cumplía funciones en “La Maison”, y quien se presume aportó toda la información necesaria para dar un golpe certero, traicionando no solo a su empresa sino a sus propios compañeros que durante el copamiento fueron agredidos.

También el jueves 23 pero en horas de la tarde, personal del grupo PADO de Zona 2, intervino a un vehículo en la rotonda de avenidas Pedragosa Sierra y Aparicio Saravia, logrando la detención de E.F.G.d.R., a quien ya se lo había podido vincular con los dos anteriores y con los hechos.

Con el panorama claro de todo lo que había ocurrido y quienes habían sido los protagonistas -a excepción de un presunto séptimo involucrado que aún es buscado-, los investigadores allanaron una casa del barrio San Francisco de Maldonado, donde lograron la detención de M.d.C.M.

Con la confesión de los detenidos y otros datos obtenidos, personal de Investigaciones de Zona 2 con apoyo de efectivos de otras reparticiones, realizó varios allanamientos en balneario Buenos Aires, encontrando en una de las propiedades, todas las armas y municiones.

Los 4 formalizados, en caso de ser condenados por los delitos hasta ahora imputados y eventualmente algún otro, pueden enfrentar penas de entre 8 y 24 años de penitenciaría (en el caso de los autores y del coautor), en tanto que por encubrimiento la pena puede llegar a los 10 años de penitenciaría.

Aún se procura saber si puede configurarse el delito de asociación para delinquir, lo que parecería improbable ya que no se trataría de una banda criminal organizada y profesional, sino de un grupo de individuos -todos de Maldonado-, que vieron la oportunidad de dar un golpe importante y se unieron.

Por el momento se estima que las armas serían colocadas en nuestro país, ya que no hay indicios de que el objetivo fuera venderlas en el exterior. Para las autoridades hay mucha satisfacción por haber recuperado un arsenal con un alto poder de fuego y municiones, algunas de uso militar.