Por el caso, un sujeto de 33 años poseedor de varios antecedentes fue enviado 2 años y 4 meses a la cárcel, en tanto una joven de 25 años fue penada con 9 meses de prisión efectiva.
Una investigación de la Brigada Departamental Antidrogas (BDA) de la Policía de Maldonado, pudo probar que en una finca ubicada en Ruta 37 casi calle Río de Janeiro, en Pueblo Obrero, funcionaba una boca de comercialización de drogas por lo cual se definieron acciones para cerrarla.
La tarde del jueves 23, en coordinación con la Fiscalía de 4° turno y con apoyo de efectivos del grupo PADO de Zona 1, se concretó el allanamiento de la propiedad, en una de cuyas habitaciones fue encontrado escondido Sergio Nicolás Lacuesta Pérez, de 33 años, poseedor de antecedentes penales.
Estaba con Pamela Abigail Maldonado Bargas, de 25 años, quien también fue detenida. En la casa, se encontraron solamente 3 gramos de clorhidrato de cocaína, en una pequeña piedra, dos balanzas de precisión, $ 32.374 y los dos teléfonos celulares de los intervenidos.
Cumplida al día siguiente la audiencia judicial, en la sede penal de 4° turno, Sergio Nicolás Lacuesta Pérez y Pamela Abigail Maldonado Bargas fueron condenados como autor y cómplice, respectivamente, de un delito continuado de suministro de sustancias estupefacientes.
Para Nicolás Lacuesta la pena aplicada es de dos años y cuatro meses de penitenciaria, y para Pamela Maldonado de 9 meses de prisión efectiva. Es la segunda boca de venta de drogas que la Policía desbarata en esa zona cercana a Piriápolis en los últimos meses.
Era ladrón
Lacuesta Pérez contaba con dos antecedentes por ilícitos cometidos en el año 2020, cuando el 20 de marzo fue condenado por un delito de receptación y penado con medidas sustitutivas, y solo 4 días después por un delito de hurto especialmente agravado y enviado a la cárcel.
En horas de la noche del 16 de marzo de 2020, fue cometido un hurto en una verdulería, ubicada en avenida Piria y calle Chacabuco, en la ciudad de Piriápolis. Habían roto las lonas que cubrían la mercadería, para sustraer gran parte de las frutas y verduras que estaban depositadas.
Rápidamente se estableció que uno de los autores había sido Sergio Nicolás Lacuesta Pérez, quien había actuado junto a otro individuo condenado unos días antes. Llevado ante el juzgado penal de 4° turno, terminó condenado a 12 meses de prisión por un delito de hurto agravado.
Había sido intervenido circulando en una moto robada, por lo que ya había sido condenado por receptación, el 20 de marzo, y cumplía un régimen de libertad vigilada. Efectivos policiales de la Zona Operacional 1 lo detuvieron a la altura de calles Reconquista y Buenos Aires.
La moto no tenía chapa matrícula, pero además Lacuesta Pérez no tenía ningún documento identificatorio, aunque insistió en que la había comprado justo el día anterior. La Justicia lo había penado con 6 meses de libertad vigilada por un delito de receptación.