Se trata de Matías Sebastián Campero Rodríguez, quien en el mes de junio fue imputado junto a otras dos personas, por el presunto secuestro de una mujer, y unos días antes, por privar de su libertad y agredir salvajemente a un hombre que trabajaba con un sujeto acusado de haber cometido estafas con la construcción de cabañas de madera.

 

El sábado 9 de septiembre, la abogada de Juan Antonio González Bica, Campero Rodríguez y una tercera persona, fueron imputados por su vinculación a un caso de falsificación de documentos, que permitió que González Bica fuera enviado a cumplir prisión domiciliaria y se fugara a los pocos días.

La Fiscal de Estupefacientes de 2º turno de Montevideo, Mónica Ferrero, imputó a la abogada Mercedes Acosta por un delito de falsificación de documentos en calidad de coautora, con un delito de estafa en calidad de autora. También a Matías Sebastián Campero Rodríguez.

Campero, está imputado por reiterados delitos de usurpación de títulos, ya que se hacía pasar por abogado aunque con distintas excusas decía que no podía firmar documentos. Además, por cuatro delitos de falsificación de documentos privados con reiterados de delitos de estafa.

Vinculado a un sonado caso del mes de junio, confeccionó documentos falsos con el logo del Instituto Técnico Forense (ITF) y del comisionado parlamentario, Juan Miguel Petit, con los que se engañaron jueces de varios departamentos para que delincuentes con largas condenas pudieran cumplir las penas en sus domicilios.

La investigación de Ferrero logró determinar que de esta forma Juan Antonio González Bica, logró salir de prisión efectiva para internarse en una clínica de adicciones a las drogas y tratarse incluso por problemas renales, aunque en realidad era una estrategia para fugarse.

Había sido condenado en febrero por la jueza María Helena Mainard, a 4 años y 11 meses de cárcel por tráfico ilícito de estupefacientes en las modalidades de organización, financiación, transporte, posesión y depósito; tráfico interno de armas de fuego, receptación, y conversión y transferencia en la modalidad de autolavado.

González Bica fue detenido en junio de 2022 en la Ruta 8, en Treinta y Tres, con 420 kilos de cocaína que eran transportados en un furgón que simulaba ser una ambulancia. La droga había sido cargada en Cerro Largo, tras ingresar al país en una avioneta, y era trasladada a Montevideo.

El justiciero

El jueves 22 de junio, Matías Sebastián Campero Rodríguez y otros dos hombres, fueron formalizados en la sede Penal de 4° turno de Maldonado, como presuntos autores de: un delito de secuestro, un delito de privación de libertad especialmente agravado (por las amenazas y sevicias), y un delito de lesiones personales.

También como presuntos autores de: un delito de rapiña especialmente agravada (por la pluriparticipación), un delito de porte de arma de fuego por reincidente, y un delito de tráfico interno de armas, un delito de hurto especialmente agravado (por la pluriparticipación), y dos delitos de justicia por mano propia.

El jueves 15 de junio en horas de la tarde, Matías Campero, S.D.L.R. y D.A.D.C. habían privado de su libertad, robado y golpeado con inusitada violencia, al extremo de provocarle algunas lesiones, a un hombre que cumplía tareas por el programa Accesos del Mides, en el hospital Elbio Rivero de Maldonado.

Bajo amenazas y golpes querían saber dónde ubicar a P.D.B.A., un constructor de cabañas acusado de haber estafado en unos US$ 3.000 a Matías Campero, quien lo había contratado para un trabajo en un predio propiedad de sus padres en balneario La Esmeralda, en el departamento de Rocha.

Según la acusación Fiscal, a W.D.P.M. llegaron incluso a golpearlo con un bate de béisbol y grabaron con un teléfono las agresiones y presiones a las que lo sometieron. Al trabajador lo abandonaron en Ruta Interbalnearia, unos kilómetros al Oeste de La Capuera, tras despojarlo incluso de su calzado.

El martes 20, se produjo un encuentro entre los imputados y dos personas en una zona rural de Camino a Lapataia, que desembocó en el secuestro de J.B., pareja del constructor, momento a partir del cual se desató un importante operativo policial que concluyó a la altura de Parque del Plata.

El trío fue detenido llevando a la mujer; ya se habían descartado de una pistola calibre 7.65, pero aún tenían el bate con el que habían golpeado a W.D.P.M. En los dos casos, objetivo era lograr recuperar unos US$ 3.000 que Matías Campero le había entregado al constructor de cabañas.

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