El delincuente, de 49 años, fue ubicado en un monte cercano al barrio Lavagna de San Carlos, cuando ya estaba plenamente identificado como el responsable de una serie de robos que tuvieron como eje la Ruta 39, en la zona de campaña entre la ciudad carolina y Aiguá.

 

En el mes de abril, había sido denunciado un robo en una casa de campaña ubicada a la altura del kilómetro 51,500 de Ruta 39, de la que se habían llevado un colchón de resortes de una plaza. El hecho quedó registrado en el sistema de video vigilancia de la propiedad.

Apenas la Policía analizó las imágenes, se confirmó que el autor había sido un reconocido delincuente que contaba con otros 13 antecedentes penales: Marcelo Rivero Peña, de 49 años. Mientras se iniciaron otras actuaciones, comenzó a ser buscado pero sin éxito.

El mismo mes, fue denunciado otro hurto donde Rivero Peña también había quedado filmado. Fue relativamente cerca de la finca anterior, en el kilómetro 49,500 de Ruta 39. En ese caso, según los damnificados, se había llevado un termo, una bombilla y una radio marca Sony.

A su vez, en mayo fue radicada otra denuncia por un hurto en una finca de rutas 13 y 39, en el paraje Sauce de Aiguá, donde mediante la rotura de la puerta se llevó un poncho. Rivero fue detenido acampado en un monte a los fondos del barrio Lavagna: le incautaron el termo, la bombilla y el poncho.

Tras la intervención de la Fiscalía de 1° turno, compareció en la sede Penal de 1° turno de San Carlos, donde lo condenaron como autor de dos delitos de receptación, un delito de penetración ilegítima de fundo ajeno y un delito de daño. La pena impuesta fue de 7 meses y medio de prisión.

Extensa trayectoria

El último de los 13 antecedentes con que ya contaba Marcelo Rivero Peña, es del viernes 29 de abril del año pasado, cuando fuera una vez más a la cárcel como autor de 3 delitos de receptación. La pena impuesta en esa ocasión fue de un año de prisión efectiva.

Cuatro días antes en horas de la tarde, investigadores de la Zona Operacional 3 que recorrían calles de San Carlos, intervinieron a este conocido delincuente, cuando se desplazaba sospechosamente llevando una mochila en cuyo interior se encontró ropa y un teléfono celular.

Inspeccionado posteriormente el lugar donde se estaba alojando, en proximidades del Molino Lavagna, la Policía encontró un par de botas y una mochila, efectos que habían faltado en dos casas diferentes de la ciudad, durante robos ocurridos el viernes 22 abril.

Mientras a Rivero lo trasladaron a dependencias policiales, se radicó la denuncia por el robo de los efectos que le incautaron durante la detención. Tras diferentes instancias, el delincuente fue llevado a la sede penal de 2° turno, donde le aplicaron la pena de prisión ya mencionada.

Hábil declarante, como muchas otras veces negó rotundamente haber sido el autor de los tres robos investigados, aunque tampoco pudo justificar el origen de nada de lo que le incautaron. Por lo cual, a falta de otras pruebas fue imputado por receptación en los tres casos.

En ese momento, su anterior remisión a la cárcel -también por un año- era del jueves 22 de abril de 2021, cuando le imputaron un delito de receptación. Igual que en el anterior caso, hacía muy poco que había recuperado la libertad por la comisión de otro de sus múltiples robos.

Había sido detenido la tarde del miércoles 21 de abril de aquel año durante un operativo de control de vehículos y personas que realizaban policías de la Zona Operacional 3, a la altura de calles Wilson Ferreira Aldunate y Juana Tabares, en la salida Norte de la ciudad de San Carlos.

Información obtenida por MaldonadoNoticias, daba cuenta que se seguía la “señal” que emitía un teléfono celular que, había sido denunciado como robado de una casa en la zona rural el 12 de aquel mes. En ese marco los efectivos detuvieron un ómnibus del transporte interdepartamental.

En la unidad viajaba este conocido delincuente, al que se le incautó el teléfono buscado (marca Samsung), así como un termo Stanley. Tras las actuaciones correspondientes, Rivero Peña compareció en el Juez Penal de 2° Turno de San Carlos, que le imputó el delito de receptación.

Anteriormente, el 26 de noviembre de 2019, la Justicia lo condenó a 16 meses de prisión, como autor de tres delitos de hurto, uno de ellos agravado, dos delitos de receptación, y un delito de apropiación indebida, luego de ser buscado por su responsabilidad en varios hechos.

Fue detenido el día anterior como corolario de un largo trabajo que llevaba adelante personal policial de Investigaciones del entonces Distrito 3 con base en San Carlos, cuando lo sorprendieron en un predio municipal de avenida Carlos Seijo, cortando leña con una motosierra.

Mientras el sujeto fue trasladado a dependencias policiales, desde el Municipio de San Carlos se radicó una denuncia por daños y robo de leña. Durante la indagatoria posterior, surgió la responsabilidad de Rivero Peña en otros dos robos, cuyos detalles no fueron aportados.

En tanto, el 19 de febrero del año 2018, Marcelo Rivero había sido condenado a 9 meses de prisión por la jueza penal de 1° turno de San Carlos, que le imputó un delito de hurto agravado, tras robar una serie de efectos en otra casa de campo al Norte de la ciudad de San Carlos.

El hecho se produjo entre el 31 de diciembre de 2017 y el 2 de enero del año siguiente, en una finca del kilómetro 38 de Ruta 39. El dueño de casa dijo que se ausentó por unos días con motivo de las celebraciones de fin de año, y cuando retornó se encontró con varios daños.

El delincuente, se había llevado una motosierra, un bidón con 10 litros de nafta, un radio portátil y binoculares, entre otros efectos de distinto valor. Policía Científica realizó un relevamiento en la casa, recogiendo una serie de pruebas y huellas que arrojaron la identidad del autor del hurto.

El año anterior, concretamente el 3 de mayo de 2016 había sido imputado como autor de un delito de receptación. Pero a pesar de sus antecedentes, la pena fue tan breve que el 1° de noviembre de aquel mismo año, lo volvieron a condenar como autor de otros dos delitos de receptación.

Aquella vez, personal policial del destacamento de Las Cañas lo intervino a la altura del kilómetro 45 de la Ruta 39, al Norte de San Carlos, cargando un voluminoso equipaje que llamó la atención. Empero, en ningún momento admitió haber robado todo lo que llevaba consigo.

Se desplazaba por la ruta con una valija en cuyo interior había: 1 campera, 4 camisas y 1 par de zapatos; 1 cuchillo (tipo bayoneta) de 30 centímetros de hoja con vaina de cuero; 2 mates y 1 termo; 1 botella de whisky; 5 paquetes de tabaco “Peruano” y media docena de cajillas de cigarrillos.

Por si fuera poco, también llevaba 3 perfumes y 1 desodorante; 1 máquina de cortar pelo (con cargador), 3 destornilladores y 3 pantalones. En uno de los bolsillos del pantalón, tenía $ 3.460. Todo resultó ser producto de dos robos que había perpetrado en la zona de Las Cañas.

Años antes, el 30 de diciembre de 2013, fue a la cárcel por los hechos más graves que ha cometido hasta el momento: le imputaron reiterados delitos de retribución o promesa de retribución a menores de edad o incapaces para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo.

A esa altura, ya era más que conocido en comisarías y juzgados. El 24 de noviembre de 2011, marchó a prisión por otro hurto especialmente agravado, en tanto que el 15 de septiembre del año 2006 había sido procesado con prisión como autor de un delito de hurto especialmente agravado.

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