Lo detuvo un Policía que se encontraba libre, cuando forzaba un vidrio de un coche estacionado frente a un complejo habitacional, luego que horas antes robara una importante cantidad de botellas de bebidas alcohólicas de la barbacoa de una casa. Días antes, se llevó prendas de vestir de funcionarios del sanatorio de la ciudad.

 

Sobre la hora 6.00 del martes 12 del mes en curso, un Policía que se encontraba en horas libres retuvo a un joven que había intentado hurtar efectos que se encontraban dentro de un automóvil estacionado frente al complejo habitacional B30 de calle Ejido casi Leonardo Olivera, en San Carlos.

Al lugar concurrió personal de la URPM de la Zona Operacional 3, que se entrevistó con su camarada, quien confirmó que había sorprendido al joven forzando el vidrio de un auto estacionado. Se trataba de Pablo Sebastián Vicente Muiño, de 20 años y poseedor de varios antecedentes.

Mientras el dueño del vehículo fue ubicado y radicó la denuncia correspondiente, el detenido fue conducido a dependencias de Investigaciones para ser indagado, ya que además estaba sospechado de ser responsable de otros hurtos cometidos recientemente en distintos puntos de la ciudad.

Durante la indagatoria, se confirmó que el mismo martes 12, sobre la hora 2.15, mediante escalamiento de un muro, había accedido a la barbacoa de una casa de calle Sarandí, donde hurtó una docena de botellas de bebidas alcohólicas, lo que fue registrado por cámaras de seguridad de la finca.

Antes el viernes 8, había ingresado a sanatorio San Carlos, donde hurtó prendas de vestir y elementos personales de algunos funcionarios. Fue detenido en la zona de la terminal de ómnibus por una Policía que se encontraba en sus horas libres, pero quedó en libertad y emplazado por la Fiscalía de 2° turno.

Tras comparecer en la Fiscalía actuante, Pablo Sebastián Vicente Muiño fue conducido ante la Jueza Penal de 11° turno de Maldonado, quien lo condenó como autor de 3 delitos de hurto, dos de ellos especialmente agravados y uno en grado de tentativa, siendo penado con 18 meses de prisión.

Acumulando experiencia

Increíblemente este joven delincuente, ya había sido imputado en otras dos ocasiones este mismo año: el lunes 9 de enero fue a la cárcel por un delito de receptación, en reiteración real, con un delito de daño. Nuevamente en libertad, el viernes 10 de marzo volvió a caer por otros delitos.

En horas de la madrugada del domingo 8 de enero, en la ciudad de San Carlos fue solicitada la presencia policial desde un comercio de calle José Aschieri, en el que se había activado el sistema de alarma presuntamente por la presencia de un desconocido intentando ingresar.

Al llegar la Policía, el propietario dijo que había constatado daños en una chapa del frente del local y que al revisar las grabaciones de las cámaras de video vigilancia pudo observar a un sujeto provocando la rotura, el que al sentir sonar la alarma se alejó inmediatamente del lugar.

Obtenidas las características del autor, los policías implementaron un operativo de patrullaje en procura de un joven que en noviembre de 2022 había sido llevado ante la Justicia y en esos momentos debía estar cumpliendo arresto domiciliario total: era Pablo Sebastián Vicente Muiño.

Ubicado, admitió haber ido al comercio de calle Aschieri, al tiempo que se le incautaron dos pares de lentes nuevos. Tras las posteriores actuaciones dispuestas por la Fiscalía a cargo del caso, fue conducido al Juzgado Penal de 1° turno donde nuevamente fue formalizado y luego condenado.

Pero Pablo Sebastián Vicente Muiño, meses después fue responsable de otros ilícitos: el viernes 10 de marzo, le imputaron la autoría de un delito de hurto especialmente agravado, en grado de tentativa y en régimen de reiteración real, con un delito de lesiones personales, y fue a prisión.

Anteriormente, el jueves 24 de noviembre del año pasado, había sido llevado ante la Justicia por su presunta responsabilidad en un delito de violación de domicilio, con un delito de hurto en grado de tentativa y un delito de receptación, por los cuales fue posteriormente condenado.

El martes 15 de aquel mes, fue denunciado ante la Policía, el hurto de un monedero con dinero y documentos, perteneciente a una funcionaria del hospital Alvariza de San Carlos. La trabajadora dejó su bolso en una sala que oficia de depósito y momentos después se percató que el monedero no estaba.

De acuerdo a datos recabados y ante la sospecha de la participación de un joven que estaba cerca del lugar, se decidió revisar a Pablo Sebastián Vicente, quien en realidad no tenía nada de lo que se buscaba. Pero poco después, el monedero fue encontrado con los documentos y sin el dinero.

Quien lo había hurtado lo arrojó en la papelera de un baño, al que había sido visto ingresar el joven mencionado. Pero ante la negativa de este de tener algo que ver con lo ocurrido, las actuaciones terminaron allí aunque las sospechas sobre el muchacho se mantuvieron.

Todo se terminó aclarando cuando en horas de la tarde del martes 22, una mujer solicitó la presencia de la Policía en su casa ubicada en calle Virrey Pedro de Zeballos, en el barrio La Estación de San Carlos, de la que un desconocido intentó llevarse una mesa plegable y una pelota.

El frustrado ladrón se desplazaba en bicicleta y fue ubicado y detenido cuando llegó a una estación de servicios. Se trataba de Pablo Sebastián Vicente, el sospechoso de haber robado el monedero, por lo cual fue derivado a dependencias policiales. La bicicleta, había sido robada horas antes.

Enterada la Fiscalía de 1er. turno de la ciudad y cumplidas distintas actuaciones, el detenido fue conducido a la sede penal de 1er. turno, donde lo formalizaron por los delitos mencionados. Como medida cautelar, debía cumplir arresto domiciliario total por 120 días, hasta que fue condenado.

Su primer antecedente data del jueves 15 de julio del año 2021, cuando lo mandaran tras las rejas por la autoría de varios delitos de hurto, 4 de ellos concurriendo fuera de la reiteración, con un delito de violación de domicilio y otro de hurto especialmente agravado.

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