Estaba condenado desde fines de febrero tras ser intervenido a bordo de una moto robada. Esta vez se desplazaba en una bicicleta hurtada, pero además utilizó en provecho propio una tarjeta de crédito también robada del interior de un coche.

El lunes 6 de mayo sobre las 3 de la madrugada, personal de Investigaciones de la Zona Operacional 2, realizaba un operativo de identificación de personas y vehículos en avenida Wilson Ferreira Aldunate, en Maldonado, cuando se decidió interceptar e identificar a un joven que se desplazaba en una bicicleta.

Se trataba de Martín Ezequiel Pérez Padilla, de 20 años, quien circulaba en una bicicleta marca Scott, cuyo origen legal no pudo justificar y directamente admitió que la había hurtado de una finca del barrio Altos de Maldonado, por lo que, quedó detenido y fue derivado conjuntamente con el vehículo a dependencias policiales.

Poco después se recibió la denuncia por parte de la propietaria de la bicicleta, la que confirmó que esa noche se la habían sustraído del patio de su casa. Durante la investigación posterior, se supo que Martín Ezequiel Pérez Padilla, el sábado 13 de abril había realizado compras con una tarjeta de crédito robada.

Había quedado filmado en un supermercado del barrio Las Marías, usando el plástico que habían hurtado del interior de un vehículo estacionado en el barrio San Francisco de la ciudad de Maldonado, el sábado 6 de abril. Enterada la fiscal de 2° turno, dispuso la conducción del detenido a su despacho.

Tras ser indagado, compareció en el juzgado penal de 11° turno, donde resultó condenado como autor penalmente responsable de 2 delitos de receptación, en régimen de reiteración real, siendo penado con 10 meses de prisión. No admitió haber sido el autor de ninguno de los dos hurtos señalados.

Martín Ezequiel Pérez Padilla estaba cumpliendo medidas sustitutivas a la prisión desde el miércoles 28 de febrero de este año, cuando la justicia le imputara también un delito de receptación, ya que no se pudo probar que haya sido el responsable del hurto de una moto en la que se desplazaba por calles del barrio Cerro Pelado.

Dos días antes, se había producido el hurto de un birrodado a la altura de bulevar Artigas y calle Colonia, en el barrio Fernández Ismendi de Maldonado. El damnificado dijo que la había dejado estacionada en la vía pública, y aportó a la Policía registros de cámaras de video vigilancia.

Al día siguiente, personal del grupo PADO de Zona 2, mientras trabajaba en calles del barrio Cerro Pelado, identificó al conductor de una moto que resultó ser Martín Ezequiel Pérez Padilla, quien se desplazaba en el vehículo hurtado por lo cual quedó detenido y fue llevado a dependencias policiales.

Enterada la fiscalía de 2° turno, impartido directivas y ordenó la conducción del detenido al juzgado penal de 4° turno. Allí fue condenado como autor de un delito de receptación, y penado con 8 meses de libertad a prueba con una serie de medidas, las que incumplió incurriendo en un nuevo delito que lo llevó tras las rejas.

Por el gas

El jueves 2 de mayo, una persona se presentó en la seccional policial 1ª de Maldonado, manifestando que se había percatado del faltante de dos garrafas de supergas de 45 kilos que se encontraban en el predio de un local comercial del cual es encargado, ubicado sobre avenida Aiguá, en la ciudad de Maldonado.

Por medio de las grabaciones de las cámaras de seguridad del lugar, se pudo comprobar que en horas de la noche del día anterior, dos hombres ingresaron al lugar y hurtaron las dos garrafas. Coincidentemente, a la hora 22.50 del día anterior, el 911 recepcionó un aviso que luego se supo estaba vinculado con el robo.

En el llamado se alertaba a la policía que dos sujetos circulaban por la vía pública en actitud sospechosa, por lo que en respuesta concurrió una dotación de la URPM de Zona 2, que en inmediaciones de calles Eugenio Ruiz Zorrilla y Simón del Pino, en el barrio Abayubá, ubicó a dos hombres que cargaban una garrafa de supergas de 45 kilos.

Identificados, eran Diego Germán Souza Bonilla, de 33 años, y Marcelo Leroy Gómez Rocha, de 21, ambos poseedores de antecedentes. Consultados sobre el origen del artefacto, no pudieron justificarlo por lo cual fueron derivados a una dependencia policial; pero como no había denuncia, quedaron libres.

Enterada la fiscalía de 2° turno, encargó varias diligencias mientras tramitó la orden de detención para los dos hombres. Sobre la hora 21.15 del martes 7 de mayo, policías de la seccional 6ª y de la Guardia Republicana, ubicaron a Marcelo Leroy Gómez Rocha, cerca de esa comisaría procediendo a detenerlo.

En horas de la madrugada del día siguiente, policías de la URPM de Zona 2 que realizaban tareas de patrullaje, encontraron a Diego Germán Souza Bonilla a la altura de calle Fructuoso y avenida De los Gauchos, en uno de los límites de barrio Odizzio, procediendo a su intervención y traslado.

Tras ser indagados en la fiscalía actuante en el caso, Diego Germán Souza Bonilla y Marcelo Leroy Gómez Rocha comparecieron en la sede penal de 11° turno, siendo condenados como autores penalmente responsables de un delito de receptación, y penados con 7 meses de prisión.

Diego Germán Souza Bonilla es poseedor de múltiples antecedentes penales, el último de los cuales es del sábado 27 de mayo del año pasado, cuando lo enviaran a la cárcel por una tentativa de hurto; su compinche, en tanto, registra un antecedente del domingo 21 de febrero del año 2021.

Ese día, Marcelo Leroy Gómez Rocha fue condenado a 3 meses de libertad a prueba como autor de un delito de violencia privada. La jornada anterior, fue detenido por la policía tras grafitear por razones que no se revelaron, un automóvil estacionado en la zona de Cachimba del Rey, en Maldonado.

Por la moto

A todo esto, la tarde del domingo 31 de marzo, investigadores de Zona 2 comenzaron a trabajar en torno al hurto de una moto ocurrido en avenida Aiguá, hasta que surgieron datos que los condujeron al corazón del barrio Maldonado Nuevo, donde encontraron la moto conducida por un sujeto que fue interceptado.

A la altura de calle Los Caciques casi Bambú, el sujeto se bajó del birrodado e intentó darse a la fuga aunque a los pocos metros fue detenido. Fue identificado como Alejandro Rodríguez Avero, de 26 años y poseedor de múltiples antecedentes, quien junto al birrodado fue conducido a dependencias de Investigaciones.

Durante el complemento de la investigación y la indagatoria, se descubrió que estaría vinculado al robo de otra moto cometido en la ciudad de San Carlos el lunes 8 de abril. De todo lo actuado hasta ese momento fue informada la fiscalía de 2° turno que dispuso la comparecencia de Rodríguez Avero ante la justicia.

Durante la audiencia celebrada en la sede penal de 4° turno, se dispuso su condena como autor de dos delitos de receptación, en régimen de reiteración real entre si, siendo penado con 10 meses de prisión.

El último de sus varios antecedentes es del jueves 11 de marzo del año 2021, cuando el juez penal de 4° turno, lo condenara como autor de un delito de hurto agravado, penándolo con 16 meses de prisión. Días antes, se confirmó que había sido autor del robo de un automóvil Citroën C4 ocurrido la mañana del 7 de febrero de 2020.

El propietario del vehículo, denunció que llegó al domicilio de un familiar en calle Las Sirenas, en el balneario La Barra, y bajó del vehículo por unos minutos dejando las llaves puestas y la puerta del conductor abierta. Cuando retornó, vio con sorpresa como un desconocido se subía y partía raudamente.

Poco más tarde, el Citroën fue localizado por investigadores de la Zona Operacional 2 en el patio de una casa de calle Justicia, en Maldonado Nuevo. Policía Científica trabajó en el vehículo y recogió una serie de muestras dactilares y biológicas que se enviaron a la Dirección Nacional de Policía Científica.

Según informó la Policía, en enero del año 2021 (más de un año después) se recibió el resultado de aquellos análisis, donde se confirmaba que las huellas eran de Alejandro Rodríguez Avero, por lo cual fue conducido desde la cárcel de Las Rosas a declarar en la sede penal de Maldonado.

Rodríguez Avero ya contaba con otros antecedentes penales que incluían hasta una fuga del establecimiento carcelario de Las Rosas, protagonizada la madrugada del 18 de mayo del año 2020 -cuando tenía solamente 22 años-, junto a otro individuo de 37. Ambos fueron atrapados a los pocos días.

El miércoles 4 de marzo de aquel año, la jueza penal de 11° turno, Ana María Guzmán, lo había condenado a 7 meses de prisión, imputado como autor de un delito de receptación, tras haber sido detenido la noche del día anterior durante un operativo policial desplegado en el barrio Maldonado Nuevo.

Efectivos de varias reparticiones realizaron el 3 de marzo un vasto operativo, donde resultó detenido Rodríguez Avero, quien, se estimaba, podía haber estado vinculado a una rapiña que se había perpetrado un día antes en un comercio cercano al Hemocentro Regional de Maldonado.

Asimismo, se pudo recuperar una moto marca Mondial 125c.c. sin matrícula que precisamente fue la usada por el dúo de delincuentes que atracó el autoservicio El Timbó, ubicado en calle Ventura Alegre casi Carolina de Saboya; a su vez, el birrodado había sido robado el jueves 27 de febrero.

Durante el operativo policial, un dúo de sujetos que se desplazaba en la moto mencionada se dio a la fuga, aunque al ingresar a un pasillo a la altura de calles Agapito Parabera y María Manduy, ambos quedaron encerrados y tuvieron que abandonarla prosiguiendo la huida a pie intentando descartarse de un arma.

Allí la Policía detuvo a Rodríguez Avero, en tanto el otro sujeto logró escapar. Durante la indagatoria, el delincuente negó cualquier vinculación con la rapiña, así como con el robo de la moto o la tenencia del revólver Smith & Wesson calibre 38, con 6 proyectiles, que también se incautó.

En aquel momento, el anterior antecedente de Alejandro Rodríguez Avero, databa del miércoles 28 de agosto de 2019, cuando fuerzas combinadas de la policía también realizaban un control de vehículos y personas en Maldonado, y dos individuos se negaron a ser identificados y huyeron del lugar.

En calle Los Caciques casi Bambú (en el mismo lugar que ahora), en determinado momento se dio la voz de alto a dos hombres, uno de los cuales “se descartó” de un revolver calibre 38 cargado, e intentó ingresar a una finca donde fue interceptado por efectivos del PADO y reducido por otro de la Guardia Republicana.

Era Rodríguez Avero, quien aún guardaba otro revólver Taurus con varios proyectiles. Aquella vez fue condenado a 2 meses de prisión y a 8 de libertad vigilada, como autor de un delito de tráfico interno de armas de fuego y municiones, con otro de porte y/o tenencia de arma de fuego en espacios públicos.