El hombre de 57 años y hasta ahora carente de antecedentes penales, puede enfrentar una condena de varias decenas de años si le imputan todos los delitos solicitados por la fiscal especializada Fiorella Marzano. Como medida cautelar, el homicida estará 180 días en prisión.

 

Este viernes 17 de mayo, Miguel Angel Toledo Geido, de 57 años y homicida de Ángela Karina Funes González, de 53 años, fue formalizado en el juzgado especializado de 4° turno de San Carlos, como presunto autor de un delito de homicidio especialmente agravado por la premeditación y muy especialmente agravado por femicidio.

Pero además, por un delito de violación de domicilio agravado y un delito de desacato agravado, con un delito de violencia doméstica agravada por ser la víctima una mujer, y un delito de porte y tenencia de arma de fuego en lugares públicos, todo por lo cual fue enviado a cumplir 180 días de prisión preventiva.

La fiscal especializada Fiorella Marzano, dijo a la prensa al finalizar la audiencia, que hay más de 30 elementos probatorios para condenar a Toledo Geido, desde el protocolo de autopsia de la víctima, el relevamiento de la escena del crimen, registros de cámaras de video vigilancia, así como varios testimonios.

Entre estos últimos, resultó clave el de la persona que llamó a la policía alertando de lo que había ocurrido la tarde del lunes 6 de mayo en la finca de la víctima en Punta Colorada, quien también fue testigo de todo lo ocurrido. En la casa del homicida, además, se encontraron varias vainas de proyectiles.

El autor del femicidio se encontraba internado con custodia policial, recuperándose de la herida provocada por un disparo de escopeta que el mismo se efectuó cuando huyó de la escena del crimen en su camioneta, en dirección a Piriápolis. Fue dado de alta la jornada de este mismo viernes 17 de mayo.

Sin tiempo a nadaLa camioneta del femicida, en la que huía tras el crimen en dirección a Piriápolis.

El femicidio ocurrió en el entorno de la hora 14.00 del lunes 6 de mayo, en una finca de calle Chingolo y avenida De Los Pájaros, en Punta Colorada, a la que había concurrido Miguel Angel Toledo Geido, luego que unas horas antes le aplicaran medidas restrictivas porque Ángela Karina Funes González lo había denunciado en la comisaría de Piriápolis.

Se habían conocido hacía solo dos meses y entablaron una relación que rápidamente desembocó en situaciones que la víctima no dudó en denunciar. El asesino le descerrajó un disparo de escopeta en la cabeza a muy corta distancia y huyó en su camioneta en dirección a Piriápolis, aunque antes quiso auto eliminarse.

En una de las curvas de rambla De los Ingleses, ya cerca de Punta Fría, el propio comisario de la seccional 11ª que se desplazaba al lugar del homicidio, se encontró con lo que parecía ser un siniestro de tránsito protagonizado por una camioneta Fiat Fiorino que se salió de la calcada tras embestir el cordón.

En el interior, se encontraba Toledo Geido, quien al ser asistido por personal de una emergencia médica móvil enviada al lugar, se confirmó que presentaba una herida en la cabeza provocada por un disparo de arma de fuego. Casi al instante se supo que era el homicida de Punta Colorada que se disparó huyendo hacia Piriápolis.

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