Ya contaba con una enorme cantidad de antecedentes por la autoría de distintos delitos y agresiones, incluso contra su propia madre y efectivos policiales en varias ocasiones. A pesar de ello, llamativamente la pena impuesta parece ser muy leve y no tomar en cuenta precisamente todos los hechos anteriores.
El sábado 21 de septiembre en el entorno de la hora 15.00 un llamado al 9-1-1 pidió la presencia policial en una casa de calle Gregorio Sanabria, en el barrio Odizzio de la ciudad de Maldonado, donde había un problema intrafamiliar protagonizado por un individuo conocido por su peligrosidad y violencia.
En virtud de ello, hacia el lugar se desplazó personal de la URPM y del grupo PADO de la Zona Operacional 2, procediendo a ingresar a la casa -con autorización de la parte denunciante-, ya que el agresor se encontraba dentro de una de las habitaciones: era Darío Maximiliano Pereyra García, de 31 años.
Este hombre posee muchos antecedentes penales por hechos violentos contra su propia madre, contra policías y otras personas. Una vez en el exterior de la casa, se desacató e intentó golpear a uno de los policías siendo reducido por la fuerza, aunque en el forcejeo alcanzó a morder las manos de dos funcionarios.
Conducido a dependencias policiales donde quedó a disposición de la Fiscal de 2° turno, Jessica Pereira, los dos policías mordidos radicaron denuncia contra el sujeto. Conducido al Juzgado Penal de 11° turno, el domingo 22 fue condenado, pero solo por un delito de resistencia al arresto, y penado con 6 meses de prisión.
Historia de violencia
Darío Maximiliano Pereyra García registraba su último antecedente del martes 7 de febrero del año pasado cuando le imputaran la autoría de un delito de hurto especialmente agravado, aunque todo comenzó días antes cuando la Policía tuvo conocimiento que un hombre había sido agredido físicamente en su propia casa.
El hecho había ocurrido en una casa del barrio Maldonado Nuevo, y había sido protagonizado por dos hombres y una mujer; esta última había llegado a pedirle dinero al dueño de casa, pero ante la negativa se retiró para posteriormente volver acompañada por los dos sujetos que lo agredieron.
Aunque no se llevaron dinero, los delincuentes se retiraron con el teléfono celular de la víctima. Iniciada la investigación de lo ocurrido, se pudo establecer que uno de los agresores había sido un conocido y violento delincuente, que ya había atacado no solo a policías sino una vez hasta su propia madre.
Se trataba de Darío Maximiliano Pereyra García, para quien la Fiscalía de 1° turno obtuvo la orden de detención que, la Policía cumplió con las precauciones del caso habida cuenta de la peligrosidad que lo caracteriza. Finalmente compareció en la sede Penal de 4° turno, donde solo fue imputado por el robo del teléfono.
La pena impuesta fue de 20 meses de prisión, por lo que, de haber cumplido la totalidad de la misma, hace muy pocos días que recuperó la libertad. En aquel momento, los investigadores continuaron trabajando en procura de los otros dos protagonistas del hecho: el otro hombre y la mujer.
Anteriormente el domingo 2 de octubre del año 2022, en la sede Penal de 1° turno especializada en VBGDyS de San Carlos, Pereyra García había sido condenado por la comisión de un delito de retiro o destrucción de medios o dispositivos electrónicos en calidad de autor (se había quitado una tobillera).
El viernes 23 de septiembre de aquel año, efectivos de la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y de Género (CEVDG) de Maldonado recibieron la denuncia de una mujer contra este individuo -que es familiar- por agresiones físicas, tras lo cual la Justicia dispuso para él una serie de medidas.
Tras las primeras investigaciones realizadas, Darío Maximiliano Pereyra García, tuvo todas las garantías para que retirara sus efectos personales de la casa. Pero, además, se le colocó una tobillera electrónica de manera de monitorear que respetara la zona de exclusión que le habían impuesto.
Sin embargo, durante los días posteriores se constataron varios incumplimientos de las medidas cautelares y la violación de la zona de exclusión, por lo que se ordenó rápidamente su detención y posterior comparecencia en uno de los juzgados especializados de la ciudad de San Carlos.
A todo esto, la madrugada del jueves 23 de diciembre de 2021, la Policía había sido llamada por personal de la policlínica de balneario Buenos Aires, a propósito del ingreso de un hombre herido por arma blanca en el cuello. El denunciante, dijo a los efectivos, que salió de su casa y escuchó una discusión.
Agregó que en forma inmediata observó que se le acercaba un vecino con una herida en el cuello, y detrás, un desconocido que lo amenazó con un arma blanca y le exigió la entrega de su moto que se encontraba estacionada en la vereda. Con el birrodado, el delincuente se alejó rápidamente de la zona.
Con datos sobre las características del sujeto y la moto, la madrugada del día siguiente efectivos del grupo PADO de Zona 2 realizaban recorridas por Maldonado Nuevo, cuando en la intersección de calles Manuel Freire y Gregorio Sanabria, visualizaron a un hombre en una moto que carecía de chapa matricula.
Intervenido e identificado, el piloto resultó ser Darío Maximiliano Pereyra García, muy conocido por sus actitudes violentas, tanto contra víctimas de sus acciones delictivas como contra policías. Compulsados los datos de la moto, resultó ser la hurtada el día anterior en balneario Buenos Aires.
Pereyra García quedó detenido y fue trasladado a dependencias policiales. Tras ser indagado, no se le pudo probar ni la agresión mencionada ni el robo, pero llevado al Juzgado Penal de 4° turno, lo condenaron a 8 meses de prisión como autor de un delito de receptación, ya que no pudo justificar la tenencia legal de la moto.
A su vez, el 30 de noviembre de 2020, la Justicia lo condenó a 1 año de prisión, cuando hacía poco menos de un mes que había recuperado la libertad tras ser imputado por daño agravado. Fue tras las rejas por un delito de desacato e incumplimiento de medida cautelar, y violencia doméstica agravada.
Lo detuvieron efectivos de la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y de Género (CEVDG) de Maldonado, el martes 17 de noviembre de aquel año, tras concurrir a una finca de calle Manuel Freire, en el barrio Odizzio de la ciudad de Maldonado, donde había golpeado a su propia madre.
La señora lo denunció por amenazas y además por haberla agredido físicamente. A raíz del hecho, le impusieron medidas cautelares incluyendo el retiro de la finca de su progenitora, lo cual incumplió por lo cual fue nuevamente llevado ante la Justicia y de allí a la cárcel de Las Rosas.
Pero a su vez, el 4 de mayo del mismo año, Darío Maximiliano Pereyra había sido condenado a 5 meses de prisión imputado como autor de un delito de daño agravado. Un día antes, a la altura de calles Gregorio Sanabria y Manuel Freire, había ocasionado roturas en el auto, el portón y la finca de un vecino.
Cuando la Policía lo ubicó y trató de dialogar con él, se irritó, tomó una cuchilla, y desde el predio de su casa comenzó a amenazar a los efectivos, lo que generó una situación de mucha tensión y demandó la presencia de personal policial superior que lo convenció de concurrir a una comisaría.
Anteriormente, el 15 de marzo del año 2019, también había sido remitido a la cárcel por otro delito de atentado agravado, lo que ya revelaba claramente su perfil violento, ya que había sido intervenido y llevado ante la Justicia por hechos similares y arrastraba otra serie de antecedentes por distintos delitos.
Precisamente, el 18 de noviembre de 2017 había sido condenado a 20 meses de prisión por la autoría de un delito de violación de domicilio, con un delito de violencia privada agravado, con un delito de atentado agravado en concurso formal, con tres delitos de lesiones personales agravadas.
El día anterior, personal de la seccional 6ª del barrio Maldonado Nuevo concurrió a una finca de la calle Juan Correa, donde se encontraba Darío Maximiliano Pereyra García totalmente desacatado luego de haber sido echado del lugar; pero también reaccionó contra los efectivos policiales.
Los policías intentaron sin éxito mediar en el conflicto y convencer a este hombre que se retirara del lugar, a lo que respondió agrediendo a un Policía con un casco de moto, y a otros dos con un arma blanca que extrajo sorpresivamente de entre sus ropas cuando fue a ser reducido por la fuerza.
Detenido y trasladado a dependencias policiales, desde donde se dio cuenta a la Fiscal de turno, se dispuso la intervención de Policía Científica en el lugar del incidente para documentar la escena y distintos elementos, así como el pase a médico forense de los policías agredidos.
Pero la seguidilla de hechos violentos protagonizados por este individuo se inició el 2 de mayo del año 2015 cuando muy joven fue procesado por primera vez como autor de un delito de lesiones personales, en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de rapiña en grado de tentativa.